Miedo a la opinión pública
01/10/2010 - 09:45
Por:
Cartas al director
JOSÉ PALACIO / Coordinador Local de Izquierda Unida
Cuando se crea una nueva infraestructura, uno de los pasos necesarios del proceso lo comprende la Evaluación del Impacto Ambiental (EIA) que puede provocarse durante la construcción o la posterior actividad de la nueva infraestructura. Tan importante como el cumplimiento de la EIA, es la opinión que tienen ciudadanos y ciudadanas sobre las repercusiones sociales, económicas y medioambientales de una situación que les afecta de lleno, por invadir su vida cotidiana.
Por este motivo, tras la EIA se procede a someter a información pública el proyecto, de tal forma que la ciudadanía pueda elaborar alternativas, enmindas o alegaciones sobre el interés público, la necesidad de la misma y cuantos criterios crean de interés para mejorar el proyecto.
Los periodos de exposición a la opinión pública siempre parecen cortos y mal comunicados, ya que rondan entre los 10 y los 30 días y suelen ser comunicados mediante anuncios en los boletines oficiales de la administración. A eso hay que añadir que, en ocasiones, la información a consultar tiene un volumen considerable y no puede ser fotocopiada, sino que sólo se puede leer en el lugar adecuado por la autoridad administrativa.
En Guadalajara existe un problema añadido y es la falta de eficacia de la administración provincial que provoca considerables retrasos en la exposición de la información a la ciudadanía y la saturación, falta de medios y de financiación adecuada en la administración local.
Lamentablemente, en estos días, El Casar vuelve a ser ejemplo de lo mencionado anteriormente.
Cuando Izquierda Unida fue informada de la construcción de una nueva infraestructura comercial en nuestro pueblo, buscamos en el Diario de Castilla la Mancha la Evaluación de Impacto Ambiental y las condiciones previas impuestas al inicio de las obras. Con el listado de estos requisitos nos encaminamos a solicitar, por medio de nuestro portavoz y concejal en el Ayuntamiento, copia de la documentación aportada por la promotora del poryecto y que debía haber sido entregada antes de su inicio. La oficina técnica ignoraba esos requisitos previos y por tanto no los había solicitado, informando que se ponía a ello de forma inmediata, lo que permitiría disponer de esa información ràpidamente, aunque se hubiera incumplido los plazos. Lo importante era que la información estuviera en manos del Ayuntamiento cuanto antes
Ahora, cuando la obra está en un avanzado estado de ejecución, se publica en el Boletín Oficial de la Provincia de Guadalajara del 30 de junio pasado, un anuncio del mes de mayo en el que se informa de la apertura del periodo de Información Pública con un plazo de diez días para la presentación de enmiendas al proyecto. Nadie de la administración provincial o local puede ignorar que presentar alegaciones a una infraestructura comercial de esa dimensión, cuando la obra está casi acabada sólo tiene una lectura: hacer imposible la acción de control por parte de la ciudadanía, de la oposición política y de las demás sensibilidades del equipo de Gobierno Local de los proyectos presentados en nuestro pueblo. ¿Que ocurre si las alegaciones que se presenten contra el proyecto son consideradas acertadas y la zona tiene que ser restaurada? ¿Quien asumirá la responsabilidad política? ¿Está tomada ya la decisión de aceptar el proyecto tal cual sin atender a las demandas sociales? Nosotros creemos que sí. Que para el equipo técnico del Ayuntamiento de El Casar, la opinión pública no tiene validez y que la publicación del anuncio en el BOPGU esponde únicamente al lavado de cara legal al que están obligados.
Desde Izquierda Unida tomamos nota del intento de boicotear a la ciudadanía, a la que nunca se convoca a los Foros de Participación Ciudadana, a la que se les hurta la posibilidad de colaborar en el desarrollo sostenible de nuestro pueblo; y tomamos nota igualmente de las nuevas formas de política de hechos consumados, negando nuestro futuro apoyo a aquellas áreas que no manifiesten transparencia, ética y efectividad de la administración pública y no sean presentadas a los ciudadanos y ciudadanas de El Casar.
Nuestra forma de concebir la política se basa en un modelo de democracia, de carácter exigente, entendida la democracia como aquella que conforma un consentimiento informado por parte de una ciudadanía activa, donde las representaciones de gobierno hacen lo que diga el pueblo y no a la inversa, pretendiendo poner en marcha una acción política eminentemente práctica y con la base de nuestro republicanismo a ultranza. La ciudadanía debe ser muy exigente con la Administración, mediante el control efectivo de la toma de decisiones de los gobernantes, fomentando las virtudes cívicas en la esfera pública. Sólo de esa manera se podrá contar con nosotros en la toma de decisiones.
Los periodos de exposición a la opinión pública siempre parecen cortos y mal comunicados, ya que rondan entre los 10 y los 30 días y suelen ser comunicados mediante anuncios en los boletines oficiales de la administración. A eso hay que añadir que, en ocasiones, la información a consultar tiene un volumen considerable y no puede ser fotocopiada, sino que sólo se puede leer en el lugar adecuado por la autoridad administrativa.
En Guadalajara existe un problema añadido y es la falta de eficacia de la administración provincial que provoca considerables retrasos en la exposición de la información a la ciudadanía y la saturación, falta de medios y de financiación adecuada en la administración local.
Lamentablemente, en estos días, El Casar vuelve a ser ejemplo de lo mencionado anteriormente.
Cuando Izquierda Unida fue informada de la construcción de una nueva infraestructura comercial en nuestro pueblo, buscamos en el Diario de Castilla la Mancha la Evaluación de Impacto Ambiental y las condiciones previas impuestas al inicio de las obras. Con el listado de estos requisitos nos encaminamos a solicitar, por medio de nuestro portavoz y concejal en el Ayuntamiento, copia de la documentación aportada por la promotora del poryecto y que debía haber sido entregada antes de su inicio. La oficina técnica ignoraba esos requisitos previos y por tanto no los había solicitado, informando que se ponía a ello de forma inmediata, lo que permitiría disponer de esa información ràpidamente, aunque se hubiera incumplido los plazos. Lo importante era que la información estuviera en manos del Ayuntamiento cuanto antes
Ahora, cuando la obra está en un avanzado estado de ejecución, se publica en el Boletín Oficial de la Provincia de Guadalajara del 30 de junio pasado, un anuncio del mes de mayo en el que se informa de la apertura del periodo de Información Pública con un plazo de diez días para la presentación de enmiendas al proyecto. Nadie de la administración provincial o local puede ignorar que presentar alegaciones a una infraestructura comercial de esa dimensión, cuando la obra está casi acabada sólo tiene una lectura: hacer imposible la acción de control por parte de la ciudadanía, de la oposición política y de las demás sensibilidades del equipo de Gobierno Local de los proyectos presentados en nuestro pueblo. ¿Que ocurre si las alegaciones que se presenten contra el proyecto son consideradas acertadas y la zona tiene que ser restaurada? ¿Quien asumirá la responsabilidad política? ¿Está tomada ya la decisión de aceptar el proyecto tal cual sin atender a las demandas sociales? Nosotros creemos que sí. Que para el equipo técnico del Ayuntamiento de El Casar, la opinión pública no tiene validez y que la publicación del anuncio en el BOPGU esponde únicamente al lavado de cara legal al que están obligados.
Desde Izquierda Unida tomamos nota del intento de boicotear a la ciudadanía, a la que nunca se convoca a los Foros de Participación Ciudadana, a la que se les hurta la posibilidad de colaborar en el desarrollo sostenible de nuestro pueblo; y tomamos nota igualmente de las nuevas formas de política de hechos consumados, negando nuestro futuro apoyo a aquellas áreas que no manifiesten transparencia, ética y efectividad de la administración pública y no sean presentadas a los ciudadanos y ciudadanas de El Casar.
Nuestra forma de concebir la política se basa en un modelo de democracia, de carácter exigente, entendida la democracia como aquella que conforma un consentimiento informado por parte de una ciudadanía activa, donde las representaciones de gobierno hacen lo que diga el pueblo y no a la inversa, pretendiendo poner en marcha una acción política eminentemente práctica y con la base de nuestro republicanismo a ultranza. La ciudadanía debe ser muy exigente con la Administración, mediante el control efectivo de la toma de decisiones de los gobernantes, fomentando las virtudes cívicas en la esfera pública. Sólo de esa manera se podrá contar con nosotros en la toma de decisiones.