Molina y su museo comarcal

08/08/2022 - 15:21 Redacción

El Museo Comarcal de Molina está vivo y en crecimiento constante, gracias a un grupo de personas comprometidas con su tierra y su futuro.

El atractivo natural y patrimonial que tiene el Señorío de Molina es innegable, pero tan importante como tenerlo es saber conservarlo y, sobre todo, potenciarlo y difundirlo. Trabajar y luchar por el futuro es algo que saben bien las gentes que viven en las tierras molinesas. Las cosas se consiguen a base de constancia, tesón y amor por la tierra. Un ejemplo de ello es el Museo Comarcal de Molina de Aragón que el próximo 11 de septiembre cumplirá dos décadas de vida. Precisamente, fue un grupo de personas las que pensaron que sería necesario crear un espacio en el que, sobre todo, los más pequeños pudieran conocer la riqueza natural y etnográfica de la zona y aprendieran a valorarla y cuidarla. Así nació la Asociación Amigos del Museo de Molina y posteriormente el propio espacio museístico en las dependencias del antiguo convento de San Francisco. En estas dos décadas se ha ido llenando de contenido y profesionalizando y se ha convertido en una pieza clave del atractivo turístico de la capital del Señorío. Muestra de ello es que cada año lo visitan más de 10.000 personas. Tiene cinco salas y muchas actividades en torno a él, como la exposición de Paleontología que han instalado en Ablanque y que se puede visitar hasta finales de agosto. El Museo Comarcal de Molina está vivo y en crecimiento constante, gracias a un grupo de personas comprometidas con su tierra y su futuro. Este es un motivo más para visitar esta zona, famosa por sus bajas temperaturas y su baja densidad de población, pero también por sus atractivos naturales, como lo atestigua el Parque Natural del Alto Tajo, que se creó en el año 2000, y el Geoparque de la Comarca Molina de Aragón-Alto Tajo, que el próximo mes de septiembre cumplirá ocho años de vigencia. Abarca 4.186,9 kilómetros cuadrados y 70 términos municipales de forma parcial o total. Y todo ello sin contar el patrimonio histórico de Molina, en el que destaca su castillo y su torre de Aragón, además de su riqueza cultural y gastronómica.