Monóxido letal

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

El fallecimiento de tres hermanos inmigrantes de nacionalidad boliviana al inhalar monóxido de carbono en una caseta agrícola en las inmediaciones de Logroño, a causa de un escape en un generador eléctrico en mal estado que habían utilizado para combatir el intenso frío, suscita un inevitable sentimiento de condolencia ante el infortunio de las víctimas, pero también de frustración por lo absurdo de una desgracia perfectamente evitable.
El monóxido de carbono provocado por aparatos de combustión o generadores defectuosos se convierte todos los inviernos en un veneno silencioso y mortal, que se ha llevado la vida de 52 personas en los últimos ocho años. Sin embargo, estos accidentes englobados en el capítulo de siniestros domésticos reciben una limitada atención por parte de las distintas administraciones en la tarea de prevenirlos. Una labor aún más necesaria ante situaciones de precariedad como en la que vivían los tres ciudadanos bolivianos, que vieron truncado de manera más dramática el sueño de regresar a su país que uno de ellos iba a poder consumar.