Muchos perjucios por un mal año de lluvias
01/10/2010 - 09:45
Ortiga
La sequía se ha convertido en algo bastante cotidiano para todos. Muchos recuerdan las buenas nevadas que en estas tierras se registraban en los inviernos e incluso las lluvias primaverales y otoñales, pero ese tiempo ya pasó a la historia y las lluvias no han traído más que periodos de sequía en estos últimos años.
Precisamente el año que estamos a punto de despedir se va convertir, con 220,5 litros por metro cuadrado recogidos, en el año más seco en el periodo comprendido entre 1990 y 2009. La sequía deja su huella en el medio ambiente, en la actividad turística, en la salud, en la producción industrial y de forma especial en el campo. Además de cosechas más cortas, las consecuencias más inmediatas son la disminución de las superficies cultivadas; la reducción de los pastos naturales para el ganado; los daños que provoca la fauna silvestre en los campos de cereal ante la falta de alimento en los bosques, el aumento de la maleza por una menor actividad ganadera y el consiguiente riesgo de incendios que acarrea la acumulación de las malas hierbas acumuladas en muchos casos cerca de los pueblos, ya no sólo en el monte.