Muerte y terror
Es tiempo de hacer buena la frase de que “nadie muere mientras es recordado” y de reflexionar sobre cómo vivimos ese fragmento de tiempo del que estamos disponiendo para aprovecharlo mejor.
Se acerca la festividad de Todos los Santos y las ánimas, en el calendario religioso, y de Halloween, fiesta anglosajona cuya simbología ha impregnado hasta el más recóndito rincón de nuestra provincia. Misas, visitas a los cementerios, limpieza de tumbas, flores y oraciones en homenaje a nuestros difuntos. Es la tradición cristiana, que cree en la inmortalidad del alma, la vida en el más allá, la resurrección al final de los tiempos. Días para la añoranza por las ausencias, por esas pérdidas irreparables que todos hemos sufrido, nos quedan por sufrir y de la que un día seremos protagonistas, aunque vivamos como si nunca fuésemos a morir sin ser conscientes de que eso puede ocurrir en cualquier momento. Es tiempo de hacer buena la frase de que “nadie muere mientras es recordado” y de reflexionar sobre cómo vivimos ese fragmento de tiempo del que estamos disponiendo para aprovecharlo mejor.
Son días tristes porque coinciden con el cambio de hora que nos pone a las mismas puertas del oscuro y frío invierno, con la vuelta de los pueblos a las ciudades, quedando éstos, pese a las mil políticas que luchan por revertirlo, casi despoblados durante meses. Toca cambio de estación y a cada cual le gustará más una u otra, pero lo cierto, es que cada una tiene su encanto. Un ejemplo son las múltiples fiestas que tienen lugar este fin de semana en torno al morbo, el miedo ante la muerte. No faltarán pasajes del terror, talleres de maquillaje, concursos de decoración de calabazas y disfraces. También podremos disfrutar de la gastronomía con puches, buñuelos o huesos de santo y no faltará la vuelta a la vida de don Juan Tenorio para rendir cuentas con su pasado, en la obra de José de Zorrilla que de forma extraordinaria representa Gentes de Guadalajara ante los monumentos más representativos de la capital y que tienen como antesala las Jornadas Mendocinas. Leer leyendas y cuentos en torno a muertos vivientes e historias de miedo son otras opciones para acercarnos al misterio de la muerte y de la inmortalidad.