Mujer y Educación
01/10/2010 - 09:45
Por:
Cartas al director
ROCIO LÓPEZ SÁNCHEZ / Secretaria Ejecutiva de FETE-UGT Castilla-La Mancha
La Conferencia Internacional de las Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague proclamó el Día internacional de la Mujer Trabajadora como una jornada de lucha por los derechos de la mujer. Desde 1975 se celebra en el 8 de marzo esta lucha histórica, con motivo de este día FETE-UGT quiere reafirmar su compromiso con la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y hacer balance de los logros conseguidos en el año pasado.
Valoramos positivamente los avances normativos en materia de igualdad que se han producido en España. En 2009 se aprueba el RD 295/2009 que desarrolla la Ley de Igualdad y por la que se regulan las importantes mejoras introducidas en la acción protectora de la Seguridad Social (prestaciones de maternidad, paternidad, riesgo por embarazo, riesgo por embarazo y lactancia, excedencias, cotizaciones en reducción de jornada por cuidado de hijo menor, etc.) que suponen un avance en la integración laboral de la mujer. Igualmente FETE-UGT considera que la aprobación del Proyecto de Ley para interrupción voluntaria del embarazo y salud reproductiva, supone un paso adelante en el respeto de la autonomía de las mujeres y su derecho a decidir y confiere mayores garantías jurídicas a las mujeres y profesionales.
No obstante, el objetivo de la igualdad real está aún lejos de alcanzar, siguen siendo las mujeres quienes soportan mayores dificultades para compatibilizar los tiempo de vida y trabajo, seguimos estando muy lejos de la media de los permisos por maternidad / paternidad que se disfrutan en el norte de Europa (Alemania, Holanda, etc.), así como de las ayudas de excedencia fiscal, subvenciones, reducciones de jornada para el padre / madre por cuidado de menor, etc. que se ofrecen en estos países para facilitar la conciliación familiar y la promoción de la mujer en el ámbito laboral. Es urgente actuar tanto en el ámbito laboral como en el social, de manera que tiempos de vida y trabajo sean compartidos haciendo compatible vida laboral y personal de mujeres y hombres. Es necesario eliminar los obstáculos para la aplicación de la Ley de Dependencia, imprescindible para avanzar en la consecución de la autonomía de las mujeres y reforzar la inversión pública en infraestructuras sociales, de nuevo tan alejada de la media europea, para educación infantil y atención a personas dependientes.
En el plano educativo, como componentes no sólo de una comunidad escolar sino de la propia unidad familiar es fundamental que llevemos a cabo una redefinición del modelo de ciudadanía en concordancia con la igualdad de género. Se trata de ir más allá de la equiparación de lo femenino con lo masculino y considerar lo femenino como un valor clave en el progreso social y, particularmente, en la salida de la crisis económica. Tenemos que tener en cuenta que ciudadano es aquel que conoce su lugar político, que conoce las normas que lo rigen y participa, en el mismo, de las mismas. El conocimiento y reconocimiento del sujeto como miembro activo de la comunidad es el punto de partida para avanzar como comunidad, más aún en momentos económicos como el presente. Debemos hacer participes por igual a hijos/as, alumnos/as de lo que ocurre a su alrededor, en su casa, en su clase, en su ciudad para desarrollar en ellos un sentimiento equivalente de ciudadano pleno que se relacionan en base al respeto a la diferencia y sobre la base de lo común.Es una labor la de la igualdad entre hombres y mujeres en la que nos va, no sólo la reparación para un colectivo que ha sido desfavorecido a lo largo de la historia, sino el futuro de España como pueblo.
Queremos reivindicar con motivo del 8 de marzo, como ya hizo Teresa Claramunt (1862-1931), el papel de la mujer como madre que trasmite valores ideológicos a sus hijos, ya que si estos valores son igualitarios se estará poniendo las bases de una nueva sociedad capaz de afrontar los retos económicos y sociales que nos esperan. Animamos para que continué la lucha por la igualdad de derechos tanto desde la estructura familiar, centrada en el eje materno-filial, como desde la escuela y la comunidad educativa para ejercer de acicate desde el que se siga promoviendo un camino de encuentro entre lo deseable y lo real en la búsqueda del objetivo real de la igualdad.
No obstante, el objetivo de la igualdad real está aún lejos de alcanzar, siguen siendo las mujeres quienes soportan mayores dificultades para compatibilizar los tiempo de vida y trabajo, seguimos estando muy lejos de la media de los permisos por maternidad / paternidad que se disfrutan en el norte de Europa (Alemania, Holanda, etc.), así como de las ayudas de excedencia fiscal, subvenciones, reducciones de jornada para el padre / madre por cuidado de menor, etc. que se ofrecen en estos países para facilitar la conciliación familiar y la promoción de la mujer en el ámbito laboral. Es urgente actuar tanto en el ámbito laboral como en el social, de manera que tiempos de vida y trabajo sean compartidos haciendo compatible vida laboral y personal de mujeres y hombres. Es necesario eliminar los obstáculos para la aplicación de la Ley de Dependencia, imprescindible para avanzar en la consecución de la autonomía de las mujeres y reforzar la inversión pública en infraestructuras sociales, de nuevo tan alejada de la media europea, para educación infantil y atención a personas dependientes.
En el plano educativo, como componentes no sólo de una comunidad escolar sino de la propia unidad familiar es fundamental que llevemos a cabo una redefinición del modelo de ciudadanía en concordancia con la igualdad de género. Se trata de ir más allá de la equiparación de lo femenino con lo masculino y considerar lo femenino como un valor clave en el progreso social y, particularmente, en la salida de la crisis económica. Tenemos que tener en cuenta que ciudadano es aquel que conoce su lugar político, que conoce las normas que lo rigen y participa, en el mismo, de las mismas. El conocimiento y reconocimiento del sujeto como miembro activo de la comunidad es el punto de partida para avanzar como comunidad, más aún en momentos económicos como el presente. Debemos hacer participes por igual a hijos/as, alumnos/as de lo que ocurre a su alrededor, en su casa, en su clase, en su ciudad para desarrollar en ellos un sentimiento equivalente de ciudadano pleno que se relacionan en base al respeto a la diferencia y sobre la base de lo común.Es una labor la de la igualdad entre hombres y mujeres en la que nos va, no sólo la reparación para un colectivo que ha sido desfavorecido a lo largo de la historia, sino el futuro de España como pueblo.
Queremos reivindicar con motivo del 8 de marzo, como ya hizo Teresa Claramunt (1862-1931), el papel de la mujer como madre que trasmite valores ideológicos a sus hijos, ya que si estos valores son igualitarios se estará poniendo las bases de una nueva sociedad capaz de afrontar los retos económicos y sociales que nos esperan. Animamos para que continué la lucha por la igualdad de derechos tanto desde la estructura familiar, centrada en el eje materno-filial, como desde la escuela y la comunidad educativa para ejercer de acicate desde el que se siga promoviendo un camino de encuentro entre lo deseable y lo real en la búsqueda del objetivo real de la igualdad.