Nada nuevo bajo las aguas
01/10/2010 - 09:45
Editorial
Mañana se votan en Asamblea los nuevos Estatutos de la Mancomunidad de Aguas del Sorbe sin que el periodo de alegaciones haya permitido que socialistas y populares se pusieran de acuerdo en lo fundamental. Y es que en este caso lo fundamental es la representatividad de los Ayuntamientos mancomunados en este órgano que decide sobre el abastecimiento de agua a los principales municipios de la provincia, entre ellos la capital y Azuqueca.
Y, visto lo visto, las decisiones importantes se tomarán en Alcalá de Henares, atendiendo al criterio de representación que los populares quieren imponer en la Asamblea -con el PADE de Alovera mediante-. Entre las buenas noticias de la precipitada comparecencia del vicepresidente Carnicero de ayer la casi inmediata incorporación para los nuevos miembros Marchamalo, Cabanillas del Campo, Villanueva de la Torre, Quer, Tórtola de Henares y Humanes. A estas alturas del politizado debate de los nuevos Estatutos, tal vez conviene recordar que la Mancomunidad de Aguas del Sorbe surge de un proyecto aprobado el 18 de diciembre de 1966 por la Confederación Hidrográfica del Tajo. Cuarenta años después, las realidades de los municipios mancomunados han cambiado, aunque los fines con los que fue creada la Mancomunidad persisten. No en vano, el proyecto original se denominaba de abastecimiento de agua a Guadalajara y pueblos de la zona regable del Canal del Henares y ampliación del de Alcalá de Henares y distribución de las cargas al Estado y a los Ayuntamientos. Aquellas cargas parecen haberse aligerado poco para los Consistorios en estas cuatro décadas en las que el tema hídrico ha estado condicionado por el color del gobierno de turno. Ahora, en pleno debate sobre la nueva presa en el Sorbe, el Ministerio de Medio Ambiente estudia ya proteger esta zona, limitando bastante la posibilidad de esta nueva presa. Una vez más, las aguas del Sorbe no bajan todo lo transparentes que nos gustaría.