Ni multas ni ordenanzas, la crisis es la que manda
01/10/2010 - 09:45
Por:
Ortiga
Al parecer, las prostitutas que ofertan sus servicios sexuales en la capital estarían encantadas de no infringir la Ordenanza de Convivencia Ciudadana que prohibe su trabajo en las calles, si en los locales de alterne encontraran la clientela suficiente como para ganarse el sueldo que las sustente. Pero el caso es que la crisis está jugando en su contra, obligándolas, prácticamente, a salir a la calle en busca de clientes. Y es que los bares, locales y prostíbulos están sufriendo, al igual que todos los sectores de la sociedad, la situación económica, y en los últimos meses han registrado un importante descenso del número de usuarios.
Esta situación supone que la modificación que el Ayuntamiento capitalino introdujo en la Ordenanza de Convivencia, que prohibe la oferta, la demanda y la práctica de prostitución en la vía pública, se esté demostrando poco eficaz y que, al tiempo, se esté incrementando sobremanera el número de multas interpuestas a prostitutas y clientes. La verdad es que la postura de ellas puede llegar a ser comprensible, pero la de los clientes no se entiende. Al menos podrían esconderse un poco más pues algunos han sido pillados in fraganti, hasta con los pantalones bajados en plena calle. Ya les vale.