Ni obrero ni español
04/03/2013 - 00:00
Rubalcaba, que cada vez está más perdido que carracuca en el magma del PSOE, no tuvo otra ocurrencia que, por encima de las iniciales Obrero y Español, debería prevalecer Partido Socialista Europeo, ¿y qué más, don Alfredo?: PSEOE. Vaya sopa de letras. Pues, mire, ni obrero ni español; sí, separador de los españoles, agitador de las dos Españas, concepto discutido y discutible según el gran filósofo Rodríguez Zapatero, y disgregador de la nación más antigua de Europa como se ha visto en una reciente votación en el Congreso (propuestas de resolución tras el debate sobre el estado de la nación, que son papel mojado, nunca vinculantes para el Ejecutivo). Un partido de implantación nacional que, salvo excepciones, se vuelca en el nacionalismo aldeano de determinadas regiones, léase Cataluña, sin ir más lejos. El PSC (Partido Socialista de Cataluña), apéndice de Ferraz, ya existió en la Cámara Baja en tiempos de Felipe González, quien, con buen criterio, incorporó el grupo en el todopoderoso PSOE.
Pero la fiebre autonomista -maricón el último- ha hecho que el tal Pere Navarro emerja de la nada como le sucedió al Patxi Nadie vasco. En aquella disolución, González y Guerra, referentes del nuevo socialismo, y el que se mueva no sale en la foto, mandaron y convencieron teniendo como correligionarios, entre otros, a Narcis Serra o Pascual Maragall, políticos con responsabilidad. No me atrevo a calificar de mindundis a esa recua que se desgañita por el soberanismo catalán, derecho a decidir (yo tengo el derecho de ir al inodoro y tirar de la cadena, siempre es un ejercicio que aconsejan los geriatras, aunque no sea mi caso).
En el epicentro está Carmen Chacón, la embarazada, con todo respeto, derecho a la vida, mande firmes, jo, qué risa, que se opone al PSC y su independentismo pero que a la hora de la verdad se abstiene. Manda ovarios. ¿En qué quedamos? La señora socialista que tiene una mansión en República Dominicana con una playa de más de un kilómetro de longitud, abnegada obrera español/catalana. Ambiciosa, llevada de la mano de José Barroso, su marido, monclovita con ZP, gran comunicador, lo cortés no quita lo valiente, está horadando los cimientos de la cúpula del PSOE de Rubalcaba, el químico prodigioso, cada día más parecido a Carpanta, el de los tebeos. Entre esa troupe de socialistas descabezados, me quedo con García-Page, alcalde de Toledo y lacayo honorable en tiempos de José Bono y con el ex presidente extremeño Fernández Vara, político sensato y de carta cabal. Las sorayas y valencianos son ácido fétido corrosivo, muy de la química de Pérez Rubalcaba quien, algún día y no tardando mucho, se desayunará con un dulce arsénico confundido con zumo de naranja.
PD.- Estoy con Tony Cantó pues la violencia de género casi siempre va contra el masculino. Y estoy en contra de él cuanto dice que los animales no tienen derecho a la libertad. ¡Qué burro! (con perdón de los burros).