¡Ni siquiera dinero para comer!

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

ORTIGA
Las alarmantes cifras de paro de la provincia y las consiguientes e inevitables consecuencias en la economía doméstica no son como parecían. Son peores.
Con el paso del tiempo las pequeñas realidades que, en otras ocasiones, tal vez se quedan tras los muros de las viviendas, empiezan a salir a la calle porque la situación es insostenible. No es que las familias no puedan cambiar de coche, que para algunos llega a ser un artículo de lujo en los tiempos actuales; o un electrodoméstico, un sillón o un mueble, que requiere menor inversión; sino que, algunas, no pueden ni dar de comer a sus hijos. Esta situación, dramática y desesperada, está afectando hasta tal punto a las familias que han tenido que recurrer a las administraciones para que les ayuden económicamente con el fin de que, al menos, durante un tiempo puedan alimentar a sus hijos. Estos casos ya no son algo lejano, sino próximo. Municipios como Alovera se han encontrado con que los Servicios Sociales son cada vez más visitados y es que entre cuatro y cinco familias se dirigen cada día a los responsables en busca de ayuda para poder subsistir y cubrir las necesidades básicas.