A pocos días de que el Papa pise nuestro país el espíritu cristiano inunda cada rincón de la capital de España y de las distintas diócesis de acogida en la que los jóvenes peregrinos participan en jornadas maratonianas de actividades previas. Guadalajara es una de esas diócesis y ese espíritu ha invadido la capital, a lo largo de todo el fin de semana. Los miles de jóvenes que se hospedan en distintos pueblos de la provincia han participado en actos multitudinarios en la ciudad. Peregrinos, procedentes de países como Italia, Perú, Dubait, Botswana, Canadá, Venezuela, Puerto Rico, Dubai, India, Alemania, Canadá o Estados Unidos se convertían en los protagonistas de unos días en los que la ciudad respiraba un aire diferente al habitual de estas fechas. Ha habido, hay, y habrá críticas sobre la visita del Papa a España pero lo que resulta llamativo es que en un estado como el nuestro, tantos jóvenes vivan en la fe. En una época en la que el agnosticismo está de moda y en la que la Iglesia ha denunciado que vive una campaña de persecución por parte los poderes políticos, la visita del Sumo Pontífice viene a poner de manifiesto que los jóvenes, a diferencia de lo que se podría creer, mantienen viva la fe de la Iglesia. No se trata de extraterrestres. Según un informe los peregrinos que participarán en la Jornada Mundial de la Juventud tienen una edad media de 22 años, más de la mitad (58%) cuenta con estudios universitarios y un 72 % asiste por primera vez a este tipo de encuentro. La encuesta, además, revela que un 47,6% de los peregrinos son estudiantes y casi la otra mitad (40,5%) está en el mercado laboral. Otro detalle es que uno de cada diez está casado mientras que el resto es soltero y que la mayoría de los encuestados (72,3%) acuden a este evento por que les hace alusión vivir nuevas experiencias. Vamos, que no parece tratarse de una juventud muy distinta a la que hace semanas se echaba a la calle movida por los argumentos del 15-M. Unos y otros merecen el mismo derecho a su libertad de expresión.
