Noticias de mayo
02/05/2011 - 00:00
Entre la muerte de Bin Laden y la decisión de la Sala 61 del Tribunal Supremo respecto al futuro inmediato de Bildu apenas queda margen para otros comentarios. Son dos noticias transcendentes que van a tener una influencia inmedita, la primera en todo el mundo, la segunda en nuestro país. Y es que ahora cabe preguntarse qué va a pasar, cómo van a reaccionar los talibanes, si el mundo será un lugar aún más inseguro de lo que es, o si la muerte de Bin Laden supondrá el comienzo del fin de Al Queda. Son preguntas, éstas y muchas más, que se irán respondiendo al albur de los acontecimientos, y lo que es indudable es que tendrán un efecto sobre nuestras vidas. El caso de Bildu también. Los magistrados del Tribunal Supremo han mantenido un duro debate entre quienes estaban a favor de dar luz verde a la coalición y quienes no.
En realidad se han enfrentado dos maneras distintas de interpretar las leyes y por tanto la Justicia, en medio de una enorme presión política, mediática y pública. Así empezamos una semana en que además la crisis económica continúa acogotándonos especialmente a los países más periféricos de la Unión Europea, y en la que España a duras penas se va salvando de pasar por el trago de Portugal y Grecia. Permítanme dejar a un lado a Bin Laden y a Bildu para centrarme en un aspecto de la campaña electoral que ya comienza a tomar velocidad de crucero. No se sorprendan por lo que voy a decir pero la verdad es que no conozco a ningún político que sinceramente aprecie a los medios de comunicación.
En realidad les gustaría que los periódicos, las radios, las teles, fueran solo instrumentos de propaganda y eso es lo que pretenden conseguir, aunque sea por unos días, con la reforma de la Ley del Régimen Electoral. Verán, los partidos políticos se han puesto de acuerdo con una facilidad pasmosa para reformar la ley y que a partir de ahora en adelante los medios públicos y privados cubran las campañas electorales con criterios partidistas.
Es decir, al PSOE le corresponden tantos minutos y la información hay que darla como diga el PSOE, lo mismo con el PP, CiU, PNV, etc. Como comprenderán esto es una auténtica aberración que choca frontalmente con la libertad de prensa. Si ya lo era que los partidos pudieran imponerse en las teles públicas, imaginen el salto cualitativo que han dado imponiéndose en los medios privados. Como lo es que en los últimos años toda la información de mítines o de ruedas de prensa en las sedes de los partidos o del Gobierno, sea exactamente la que sus responsables quieren porque son ellos los que ofrecen la imagen y la señal a las televisiones.
De manera que cuando usted está sentado ante la tele viendo el mitin de Zapatero o de Rajoy no crea que está viendo lo que los periodistas han estimado más relevante sino lo que los partidos han mandado a los medios. Todo esto supone una situación anómala y lo inconcebible es que las organizaciones profesionales de periodistas no hayan dicho "basta ya" y las empresas no se hayan revelado con más fuerza. Bien es verdad que por si acaso, el PP ha dejado dicho que no denunciaran a las empresas privadas que no cumplan la ley que ellos mismos han aprobado.
Toda una lección de tartufismo. Pero el quid de la cuestión es que una información electoral libre es la que se elabora con los criterios profesionales del periodista y eso desgraciadamente no es posible en nuestro país. A los dirigentes políticos de Gobierno y oposición les cuesta ponerse de acuerdo en casi todo pero en esto no han tenido problema, de manera que sepan ustedes que la información electoral que van a ver en la tele es pura propaganda. Avisados están. ¡Que verguenza¡