Nueva fisionomía para la calle Rafael de la Rica

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Te cuento
Resulta rara la estampa que deja desde ayer la intersección entre las calles Nuevo Alamín y Rafael de la Rica de la capital, justo enfrente del Torreón del Alamín, punto que ha cambiado su fisionomía tras ser derribada una antigua vivienda ubicada en esa misma esquina, desde hace años convertida en una ruina, hogar de gatos y perros vagabundos y escenario de diversas y cuestionables prácticas por parte de indigentes de la ciudad que han motivado numerosos sucesos, sobre todo incendios.
Se hace extraño el hueco abierto ahora, que deja ver mucho mejor el barranco del Alamín, ubicado justo detrás. Sin embargo, para los pocos vecinos que quedan en la zona, el hecho de raro no tiene nada y acogen con satisfacción el derribo, porque consideran que, a partir de ahora, tendrán que dejar de preocuparse por todos los incidentes que se sucedieron en el pasado y que les han sacado en más de una ocasión de la cama. Dos casas viejas fueron derribadas ayer, pero aún quedan muchas en similar situación. La intención del Ayuntamiento es eliminarlas todas, pero no es fácil, porque en muchos casos hay que localizar a todos los herederos, que se cuentan por decenas en algunas de las propiedades.