Nuevo trasvase con un Tajo que está seco
01/10/2010 - 09:45
Cartas al director
PAULO CONSTANTINO Movimiento Pelo Tejo
El gobierno de España ha decidido trasvasar 230 hectómetros cúbicos buena parte de las reservas de los embalses de cabecera, Entrepeñas y Buendía, pese a que la cuenca del Segura se encuentra a niveles nunca recordados, y no tiene capacidad material de almacenar más agua. Mientras, el Tajo baja sin caudal por las ciudades españolas de Talavera de la Reina o Puente del Arzobispo, así como en el tramo medio de su recorrido por Portugal, como se puede comprobar a su paso por el castillo de Almourol, donde el río se puede cruzar a pie.
La política española de crear de la nada unos excedentes artificiales que poder trasvasar hacia Murcia y la Comunidad valenciana, propicia que el propio río esté estrangulado en territorio español, especialmente en su recorrido por la provincia de Toledo, donde el río lleva parado cerca de un mes, pese a que las estaciones de aforo ubicadas aguas arriba, intenten maquillar esta situación, dando cifras de caudales circulantes que en ningún caso se corresponden con la realidad. Es triste que el agua que debería estar bajando por el propio Tajo, lo haga por el canal artificial del Trasvase. El Tajo muerto a su paso por Talavera de la Reina, o por Puente del Arzobispo, escenifican las malas artes de la política hidrológica y ambiental española aplicada a un río que, más que un elemento ambiental y social, se ha convertido en una mercancía supeditada a los intereses políticos.
La misma imagen es la que presenta el Tajo en Portugal. Aquí, a la falta de caudales del Tajo medio español, se une la gestión de los embalses extremeños, donde el verdadero dueño del Tajo es el operador hidroeléctrico, y donde la gestión del río se rige por parámetros de optimización de la producción hidroeléctrica, quedando absolutamente relegadas las cuestiones ambientales y de caudales que no se entregan a Portugal y no se dejan correr hasta la estuario. No es admisible que el Tajo, que España deja pasar a Portugal, sea el que interese al operador hidroeléctrico, lo que trae consigo que si al operador no le interesa producir electricidad con las aguas del Tajo, el río directamente se queda embalsado en España hasta que sea económicamente rentable. Eso es lo que está ocurriendo actualmente.
El embalse de Alcántara almacena a mediados de julio cerca de 3.000 hectómetros cúbicos, pero el Tajo está sin caudal en Portugal.
Como se puede comprobar, el Convenido de Albufeira, que rige la gestión internacional del Tajo, es papel mojado ante la realidad tozuda de los beneficios industriales.
Los colectivos ciudadanos de Portugal y España que trabajamos por la recuperación del Tajo, denunciamos y protestamos enérgicamente ante esta situación: la propia muerte del río por su explotación insostenible, tanto de trasvases como de gestión hidroeléctrica. El Tajo no puede seguir siendo una mercancía: es un elemento fundamental de la cultura, del patrimonio ibérico, y como tal ha de ser tratado y gestionado.