Objetivo europeo

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
Editorial
El número de víctimas mortales en carretera durante los meses de julio y agosto de este año bajó en Castilla-La Mancha con respecto a los que hubo esos dos meses en 2007, al pasar de los 44 que hubo el pasado año a 41 este verano. Además, y para regocijo de los responsables alcarreños, Guadalajara ha sido una de las provincias castellano-manchegas en las que se ha producido un menor número de siniestros, con lo que se mantiene la tónica nacional donde, a pesar de haber fallecido un total de 450 personas este verano, se ha registrado la cifra más baja desde 1964, cuando había dos millones de vehículos, frente a los 30 millones que existen actualmente.
Cuando el Programa Europeo de Seguridad Vial marcaba reducir un 40% los accidentes hasta 2010 a todos nos parecían inalcanzables estas cifras. Sin embargo las medidas tomadas por la DGT consiguieron que ya en el año 2007 se bajase de los 2.800 muertos en carretera (datos escalofriantes pero positivos) que acercaban las estadísticas al ideal marcado para el fin de la década. La reducción espectacular que hubo en Semana Santa, por tradición la semana más trágica del año, y la registrada durante el verano nos sitúa en una posición en la que el objetivo europeo, visto en 2004 como mera utópica, no sólo es alcanzable sino que incluso puede ser mejorado. Si los descensos continúan, aunque se atenúen como es natural, podemos estar por debajo incluso de los 2.000 fallecidos en carretera. Aunque es una cifra excesiva, nos moveríamos en una reducción mayor del 50% en sólo 7 años. Un gran trabajo continuado, de mejora de la red de carreteras, de implantación de medidas poco ‘populares’, como el permiso por puntos, los radares o los controles, y, sobre todo, de concienciación de una sociedad que parecía dormida ante el tema. Sin duda, la principal causa de esta reducción es la mayor colaboración de los conductores, que asumen, cada vez más, que la imprudencia y la mala conducción son peligrosas al volante.