Pagar la hipoteca

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

TRIBUNA
FRANCISCO MURO DE ISCAR, PERIODISTA
“Entre 100.000 y 200.000 familias tienen el riesgo inminente de ser desalojadas de las casas que compraron”.
España tiene los mismos pobres después de una década de extraordinaria generación de riqueza, que no se ha repartido adecuadamente, según denuncia el último Informe Foessa. Todo indica que en breve van a ser muchos más de esos 8,5 millones actuales (el 19,7 por ciento de la población que ingresa menos de 574 euros al mes) si la crisis se hace más profunda. Que se lo pregunten a los que están hipotecados hasta las cejas y no sólo temen perder su vivienda, sino todo lo demás. La tragedia de no poder pagar la hipoteca no es sólo perder el techo donde cobijarse y la esperanza de vivir como cualquier familia. Lo peor es que la vivienda perdida ya no cubre el total del préstamo y los bancos embargan sueldos y cualquier bien con el que cobrarse la deuda. Entre 100.000 y 200.000 familias tienen el riesgo inminente de ser desalojadas de las casas que compraron. Las hipotecas que pagan hoy son entre un 50 y un 80 por ciento más de las que empezaron a pagar. Y, además, en muchos casos están sin trabajo. Un cuarenta por ciento de esos propietarios son inmigrantes que, además, no tienen el colchón social de la familia, sino todo lo contrario, tendrían que seguir enviando dinero a sus países de origen. No podrán hacerlo en mucho tiempo. Distintas asociaciones creadas para defender a estos colectivos han pedido al Gobierno que no sólo se acuerde de los Bancos, sino de los ciudadanos que están en graves dificultades, que quieren pagar sus hipotecas, pero que no pueden. Hay muchos bancos que prefieren renegociar antes que convertirse en una inmobiliaria. Pero en otros muchos casos no hay nada que hacer. Los afectados han pedido, hasta ahora sin éxito, crear un fondo de garantía hipotecaria para viviendas familiares habitadas por sus titulares, cuando sea la única y acrediten imposibilidad de pago; que la cuarta parte del fondo de 150.000 millones de euros puestos a disposición de la Banca se dote a este fin; reformas legales y de protección contra la especulación.
Pero hay otras posibilidades que habría que explorar. Creo que fue Felipe González quien habló hace tiempo de una moratoria en el pago del principal de las hipotecas. Los ciudadanos seguirían pagando intereses, pero aplazarían el principal. Eso permitiría mantener la vivienda, que los bancos no perdieran dinero, que las familias pudieran sobrevivir y que la economía se reactivara. Los ciudadanos no son culpables de la burbuja inmobiliaria. Han sido empujados a entrar en esa carrera casi imposible de tener una vivienda digna y pagarla. Cualquier medida en este sentido, que parece que se aplica en algún lugar fuera de España, sería mejor que convertir a los bancos en dueños de un enorme parque inmobiliario y a millones de ciudadanos en deudores perpetuos. De eso es de lo que tendríamos que estar hablando.