
Panacea molinesa
Será por eso que no se hace un hospital ni nada que se le parezca por aquí”, comenta socarrona una nativa de Pardos tras leer los excelentes resultados que aporta a la salud el contacto con la naturaleza de la tierra molinesa.
Un estudio divulgado por el ejecutivo de Page certifica que nuestros espacios montaraces o campestres mejoran la calidad de vida, rebajan los riesgos de problemas de salud mental, reducen la sintomatología depresiva y ansiosa, y permiten una recuperación más rápida del estrés fisiológico y psicológico.
Una especie del famoso bálsamo de Fierabrás o panacea quijotesca gratuita al margen de la terapéutica médica convencional. Según los autores, los aires forestales y parameros de las zonas sanitarias de Molina de Aragón, Maranchón (con su megaparque eólico), Checa y el Pobo de Dueñas, producen también una mayor activación del sistema nervioso parasimpático y una reducción de los niveles de colesterol.
Por si fuera poco, restauran mejor la atención, aminoran la fatiga mental y optimizan las capacidades vinculadas al aprendizaje y las habilidades para realizar tareas académicas. Una fuente de salud total.
Estudios europeos han detectado que quienes pasan al menos 120 minutos por semana en la naturaleza tienen una probabilidad significativamente mayor de buena salud y bienestar psicológico. Como anillo al dedo a cazadores, senderistas y domingueros.
Una investigación canadiense, otra de la Universidad Estatal de Washington y otra japonesa cantan las excelencias saludables para personas mayores de vivir junto a zonas arbóreas y de los famosos “baños de bosque”. No sabemos si se mantendrán con Trump.
Algunos médicos plantean prescribir estas actividades a los pacientes. Incluso antes que fármacos y cirugías. Encima son gratis. Los curas pueden completarlas recetando visitas a la Virgen de la Salud de Barbatona. Dicen que la fe mueve montañas más grandes que la Cabeza del Cid.