Para conducir hay que sufrir

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Ortiga
El conocido refrán que dice que para presumir hay que sufrir se puede trasladar en este caso a las obras que se llevan a cabo en el conocido como nudo del Hospital, a la entrada de la capital a través de la carretera N-320. Y es que los conductores que hacen uso de esta vía de manera diaria sí que tienen que sufrir para poder conducir.
Los frecuentes cortes, el paso de camiones y las asumibles incomodidades dadas por las señales, los trabajadores, etcétera, están causando no pocos atascos cada día, sobre todo por las mañanas. Lo recomendable ante esta situación es armarse de paciencia y pensar que todo será para mejor, aunque si se analiza se podrían haber previsto alternativas ante la enorme afluencia de vehículos que soporta esta carretera cada día. Por ella pasan cada jornada miles de vehículos, pues no sólo se trata de la entrada y la salida de la capital para pueblos como Horche, Pastrana, Peñalver, Tendilla, Fuentelencina o Sacedón, sino que la misma también es atravesada por los que entran y salen del Hospital Universitario, el edificio quizá con mayor trasiego de personal de la capital y de la provincia. Es lógico que se quejen, pero es que para poder presumir en el futuro hay que sufrir en algún momento.