Peaje para la velocidad

Pero lo cierto es que a esta velocidad, sea la vía de peaje o no lo sea, los conductores ponen en peligro del mismo modo su seguridad y la de cuantos se cruzan en su camino. Más del 37% de los accidentes mortales de tráfico se producen por alguna infracción de velocidad. Y según un estudio realizado por Línea Directa Aseguradora en colaboración con el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial, la infracción de velocidad aumenta enormemente la frecuencia de accidentes y, sobre todo, aumenta la gravedad de los mismos. En España, uno de cada cinco accidentes con víctimas se debe a una infracción de velocidad, lo que significa que cada año se producen 20.000 accidentes por esta causa. El porcentaje de fallecidos es el doble en los accidentes en los que ha intervenido la velocidad que en aquellos en los que no se ha cometido ninguna infracción de este tipo. En los accidentes provocados por exceso de velocidad el número de víctimas mortales se incrementa del 4 al 8 por ciento. Por desgracia, la realidad de la velocidad puede entrar en combinación con otro elemento tan peligroso o más que el exceso de kilómetros por hora. Existe una clara relación entre las infracciones de velocidad y la ingestión de alcohol u otras sustancias. Los conductores implicados en accidentes por una infracción de velocidad superaban los límites de alcoholemia permitidos en una proporción cuatro veces superior a los accidentados sin haber cometido ninguna infracción de velocidad. Lo dicho, con peaje o sin peaje, la velocidad es mala compañera de viaje.