Pensiones 'políticas'
En nuestra provincia salimos lo comido por lo servido. Cierto que en el Señorío y otras zonas de la España abandonada (mejor que vaciada) ya casi hay un pensionista por cada dos afiliados.
Colegas de países vecinos se asombran de la obsesión de políticos y periodistas españoles de estar siempre hablando de pensiones, cuando aquí se les destina un porcentaje del PIB todavía inferior. Parece que en Europa lo tienen más asumido como el pilar del Estado del bienestar. Sin debate permanente ni pactos-paripé de Toledo.
En la trifulca nunca se incluyen las pensiones de funcionarios o ‘clases pasivas’, que disfrutan o disfrutarán la mayoría de los gobernantes. Parece que esas no peligran. Ni se menta la quinta parte que se lleva directamente Hacienda como peculiar impuesto del trabajo. Y de la subida preelectoral del Ejecutivo, cacareada por Sánchez y sus ministros como si la pagaran de su bolsillo. “Es como si del presupuesto municipal de transporte -razona un amigo- no se descuenta lo que pagan los usuarios”.
Puestos a hacer balanzas autonómicas también se calla que en 2021 el déficit de las pensiones de la Seguridad Social en el País Vasco, cuyos gobernantes apoyan el desguace la Constitución, alcanzó 4.800 millones de euros. La aportación del cupo moderno de estos aforados apenas llegó a 724 millones. El resto lo cubrió el denostado Estado español.
En nuestra provincia salimos lo comido por lo servido. Cierto que en el Señorío y otras zonas de la España abandonada (mejor que vaciada) ya casi hay un pensionista por cada dos afiliados. Algunos sostienen que estas prestaciones son la devolución de un préstamo obligado durante años cotizando al Estado, que se autoengaña con trampas contables como quien se guarda el dinero en varios bolsillos.
Nadie decía nada cuando la Seguridad Social (hasta hace una década) era boyante y destinaba el sobrante a construir hospitales, escuelas o autovías ¿Sería mucho pedir a los mandamases que hagan las cuentas que quieran, pero sin tufo electoralista y, como en otros países, no alarmen a diario a los nueve millones de pensionistas?
Los medios pueden llenar espacios con más amarillismos tipo Alves, Shakira y Vargas-Llosa/Presley, o víctimas de las ‘leyes sísí’. También pueden sacar vergüenzas de bancos, partidos políticos, clubs-Estado de fútbol, exiliados como el Rey Emérito y otros sospechosos como los hoy hispanodominicanos y multimillonarios expresidentes del Gobierno y de Castilla-La Mancha, González y Bono. Hay tajo.