Pero ¿quieren pactar o no?
01/10/2010 - 09:45
Por:
El comentario
Fernando Jáuregui / Periodista
Ha dicho el ministro de Educación, Angel Gabilondo, que un pacto no es presentar un programa electoral. Criticaba el ministro, que, por otro lado, es uno de los integrantes más sólidos del Gabinete de Zapatero, el hecho de que, convocado para un pacto por la educación, Mariano Rajoy haya presentado previamente a la opinión pública la alternativa del Partido Popular en esta materia.
Creo que comete un error Gabilondo: muchas veces hemos lamentado, y yo el primero, que el PP ataque la política gubernamental, sea en la materia que fuere, sin presentar alternativas. Ahora, en este caso, lo ha hecho, y me parece que, lejos de criticarlo, debemos elogiar por ello al principal partido de la oposición. Máxime cuando, tengo la impresión, los postulados del PP no difieren demasiado de los que podrían aceptar los socialistas para llegar a un gran pacto en esta materia: ambos plantean soluciones razonables para los déficit educativos que sin duda padecemos en España, en parte precisamente debidos a los continuos cambios de planes cada vez que un nuevo Gobierno llegaba al poder.
Vivimos tiempos de pactos, de fusiones, de levantar escudos conjuntos contra la crisis, sea económica, moral o institucional, que de todo tenemos. Y me parece, y lo digo aprovechando que ahora estamos iniciando el camino hacia un diálogo social, que solamente con acuerdos de carácter nacional, con grandes consensos, podremos afrontar muchos de los problemas que los españoles tenemos planteados. Parece absurdo que el presidente del Gobierno español sugiera, en sus discursos ante Europa, la necesidad de caminar todos los países de la UE juntos por los mismos senderos, especialmente en materia económica, mientras en casa dice que no puede haber acuerdos con el PP, entre otras cosas por las diferencias ideológicas entre ambos partidos.
Al final, no sé cuál de las partes tiene mayor porcentaje de culpa de que no haya pactos en tantas cuestiones en las que tan conveniente sería que los hubiese. Dicen que PSOE y PP piensan que los intereses electorales de ambos aconsejan no propiciar una aproximación: sin embargo, no estoy muy seguro de que este alejamiento no acabe propiciando que los respectivos electorados, que me parece que quieren más diálogo y menos incomprensiones, pasen factura a los partidos a los que hasta ahora han votado . Cierto que se han logrado algunos acuerdos, en materia antiterrorista y en lo referente a la presidencia europea, por ejemplo. Pero quedan, además de la educación y la energía, materias ambas propuestas por el Gobierno, otras muchas asignaturas pendientes.
Vivimos tiempos de pactos, de fusiones, de levantar escudos conjuntos contra la crisis, sea económica, moral o institucional, que de todo tenemos. Y me parece, y lo digo aprovechando que ahora estamos iniciando el camino hacia un diálogo social, que solamente con acuerdos de carácter nacional, con grandes consensos, podremos afrontar muchos de los problemas que los españoles tenemos planteados. Parece absurdo que el presidente del Gobierno español sugiera, en sus discursos ante Europa, la necesidad de caminar todos los países de la UE juntos por los mismos senderos, especialmente en materia económica, mientras en casa dice que no puede haber acuerdos con el PP, entre otras cosas por las diferencias ideológicas entre ambos partidos.
Al final, no sé cuál de las partes tiene mayor porcentaje de culpa de que no haya pactos en tantas cuestiones en las que tan conveniente sería que los hubiese. Dicen que PSOE y PP piensan que los intereses electorales de ambos aconsejan no propiciar una aproximación: sin embargo, no estoy muy seguro de que este alejamiento no acabe propiciando que los respectivos electorados, que me parece que quieren más diálogo y menos incomprensiones, pasen factura a los partidos a los que hasta ahora han votado . Cierto que se han logrado algunos acuerdos, en materia antiterrorista y en lo referente a la presidencia europea, por ejemplo. Pero quedan, además de la educación y la energía, materias ambas propuestas por el Gobierno, otras muchas asignaturas pendientes.