Pistoletazo de salida para la Navidad

18/12/2010 - 00:00 Redacción

En el marco de los actos organizados con motivo de las fiestas Navideñas por el Ayuntamiento de Guadalajara, ayer le tocaba el turno a uno de los más esperados, el pregón que pronunció la conocida periodista y víctima del terrorismo Irene Villa.

Ya nada en ella recuerda a aquella niña de 12 años que nos conmovió a todos. Se ha convertido en una licenciada en Comunicación Audiovisual, en Psicología y, sobre todo, en diplomada cum laude en superación personal. Con ese espíritu de superación se presentó ayer en la capilla de El Carmen de Guadalajara, para dar la bienvenida a la Navidad. Una Navidad que este año contará, de nuevo, con un programa de actos en el que destaca el protagonismo de los más pequeños, los niños. Como cada año, volverán a conjugarse tres tipos de actividades; las tradicionales -como el Belén Monumental, el mercadillo hebreo o la Cabalgata de los Reyes Magos-; las de calle -como Guadalandia y el Día de los Santos Inocentes-; y las actividades culturales, como el Concierto de Año Nuevo y el resto de espectáculos que se darán cita en el teatro Buero Vallejo durante los próximos días. Con este amplio abanico de actividades se pretende entretener pero, además, encontrar la esencia de estas fiestas: la ilusión. Los niños lo saben y son quienes más disfrutan de estas fechas mágicas. Porque la Navidad es, sobre todo, un tiempo de ilusión donde todo es posible. Pero además es el momento de disfrutar del reencuentro con familiares y amigos y compartir con ellos dudas, esperanzas y anhelos. Ayer se daba el pistoletazo de salida a unas fechas, que este año son, más si cabe, entrañables, y en las que debemos estar más cerca de los que más necesidades tienen. La Navidad es un buen momento para ser sinceros con nosotros y para ser un poco más altruistas con los demás. Tenemos, por delante, unas fiestas marcadas por la crisis, en las que debemos hacer gala del verdadero espíritu de la Navidad y de la superación que anoche encarnó en la capital Irene Villa.