Plan anticrisis B

03/12/2010 - 00:00 Antonio Casado

Nueva vuelta de tuerca a las políticas de ajuste practicadas por el Gobierno para capear la tempestad de los mercados. Un temporal que esta semana fue especialmente duro contra España y contra la calidad de su deuda soberana. El Consejo de Ministros de este viernes dio a conocer las medidas anunciadas en el Congreso de los Diputados sin previo aviso por el presidente Rodríguez Zapatero el miércoles pasado, en el escueto formato de respuesta a una pregunta oral de Mariano Rajoy. Esta nueva entrega de los planes anticrisis del Gobierno responde al discurso inaugurado en mayo (el "tijeretazo"), cuando se empezaron a detectar las consecuencias del insensato desembalse de dinero público (plan "E", como paradigma) en nombre de las políticas reactivadoras. Desde entonces toca recorte y marcha atrás, aunque Moncloa lo presenta en clave reactivadora, pues viene descrito oficialmente como una fase más en el desarrollo del "Plan global del Gobierno para reactivar la economía y el empleo". La verdad es que hay de todo en este plan anticrisis que se suma o complementa otros anteriores. Más ingresos, menos gastos, privatizaciones, estímulos para pequeñas y medianas empresas, supresión del subsidio de 426 euros a los parados de solemnidad y regulación de las empresas privadas de colocación. El Ejecutivo lo presenta, en fin, como un paquete de medidas destinadas a favorecer la inversión económica y el empleo. Se dedica una especial atención a las pymes, respecto a las que se reduce la presión fiscal. Hasta 40.000 empresas se podrán acoger al tipo reducido del impuesto de sociedades (25 por ciento). Además se suprime la obligatoriedad de la cuota a las llamadas Cámaras de Comercio, que a partir de ahora será voluntaria y estará ligada únicamente a los servicios que las pymes demanden y las Cámaras presten realmente. Se completa este grupo de medidas con la supresión de trabas administrativas y burocráticas a fin de que sea posible para un trabajador autónomo crear una empresa en veinticuatro horas. El otro grupo importante de medidas es el que da entrada a la iniciativa privada en la gestión del aeropuerto de Barajas, en el de Barcelona y en sistema de loterías y apuestas del Estado. Se trata de inyectar hasta 14.000 millones de euros en las arcas públicas, que podrán destinarse a finalidades de interés general, específicamente en relación con el servicio de la deuda y con el fin de asegurar la consolidación fiscal, según las explicaciones oficiales. Y dicho todo lo cual, procede reprobar la decisión de Zapatero de no informar previamente al líder del PP de unas medidas que Rajoy conoció sobre la marcha el miércoles pasado. No quedará como ejemplo de juego limpio en el ejercicio de la política. .