Plaza Mayor: algo habrá que hace

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

EL COMENTARIO
Carlos Sanz Establés - Periodista
Algo habrá que hacer con la Plaza Mayor de esta ciudad capital de provincia si no queremos que pase a ser, cualquier día de estos, Plaza Menor.
Ahora, y durante muchos años atrás, es una plaza que aporta muy poco al conjunto urbano y no ofrece atractivo alguno como centro de reunión para vecinos y ciudadanos. Debe ser la única Plaza Mayor de España que no tiene un solo bar, no digamos ya un típico restaurante de esos que llaman la atención por las concurridísimas plazas de Segovia, Ávila, Soria o Cuenca, por hablar de las capitales de provincia próximas y similares en población a la nuestra. Algo habrá que hacer (digo yo).
El atractivo de muchas de las plazas mayores que conocemos son, exactamente, sus mesones, bares o restaurantes, que contribuyen a crear un foco de vida social, de actividad comercial y de divertimento, que todo cuenta, convirtiéndose en un sitio atractivo para los vecinos, ciudadanos y turistas. Y esto falla estrepitosamente en Guadalajara sin que, hasta la fecha, hayamos sido capaces de dar sentido a este espacio urbano que ahora refleja bien a las claras lo que es el casco antiguo, y no hemos pasado del lamento.
A muchos puritanos de la cosa pública les puede escandalizar que un Ayuntamiento se convierta en empresario hostelero, pero es una cosa normal en muchos sitios ( decenas de pueblos de Guadalajara no tendrían bar de no haberse implicado los ayuntamientos) si tenemos en cuenta que la Administración pública está, sobre todo, para llegar allí donde no llega la iniciativa privada y como parece que aquí, en esta capital, el sector no está por arriesgar un solo céntimo de euro en la Plaza Mayor, no estaría de más que el Ayuntamiento repita –con las consabidas críticas de aquellos a quienes todo les parece mal- lo que ha hecho en las piscinas de verano, en la Concordia o el mismísimo Teatro Auditorio Buero Vallejo, donde hay establecimientos hosteleros de titularidad pública y gestión privada. Que piense en adquirir los bajos de algunos de los nuevos edificios que se van a construir para, después, promover algún tipo de establecimiento de propiedad pública que, siendo gestionado después por la iniciativa privada, ofrezca algo de atractivo a la Plaza Mayor.
Los más sabios de mi pueblo, que han vivido mucho y han visto más, dicen que no hay mejor alcalde que aquel que llevó el agua al pueblo con su fuente. Aquí, habría que decir que el mejor alcalde será quien arriesgue para dar una solución de futuro a la Plaza Mayor, antesala de la solución al casco antiguo. Lo del parking, para otro día.