Por un Trabajo Decente, unet

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

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Cartas al director
ALEJANDRO BARCO SOLÁ / Guadalajara
Por segundo año consecutivo, la Confederación Sindical Internacional (CSI) convoca, para el próximo 7 de octubre, una Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Se trata de la Organización Sindical Internacional que representa los intereses de trabajadore/as en todo el mundo, a la que están afiliadas 311 organizaciones de 155 países, donde viven más de 168 millones de trabajadores. Seguramente, haya quien al leer o escuchar el lema de esta jornada, “Jornada Mundial por el Trabajo Decente”, lo considere una broma fácil o incluso se muestre indiferente.
Sin embargo, los trabajadores “mileuristas”, los que ni siquiera llegan a los mil euros al mes, o aquellos que en su trabajo sufren discriminación laboral, piensan o pensarán, sobre todo, en la importancia de tener un trabajo decente, digno y sin riesgos laborales, con el fin de poder conciliar vida laboral, personal y familiar, algo que lamentablemente todavía es una utopía.

Tener un trabajo es un derecho de todo ciudadano, como lo es el que el trabajador pueda igualmente disfrutar de su familia y de su vida personal, y eso sólo es posible si se respetan los derechos fundamentales.

Nunca debe permitirse, y menos en el siglo XXI, que un trabajador sea sometido a realizar tareas sin contar con la seguridad conveniente.

Estamos sufriendo una crisis económica que no hemos creado los trabajadores, sin embargo, es evidente que SÍ la estamos pagando la clase trabajadora.

Los empleadores se refugian en la crisis, pero sus beneficios han crecido en época de bonanza tremendamente, y siguen creciendo. Y aunque en muchos casos el crecimiento sea menor, lo que si se constata hoy es que los salarios de los trabajadores son lo que se han resentido más de esta situación, son los “paganos” de algo que no han creado ellos.

Desde estas líneas, y como secretario de Organización de UGT en Guadalajara, quisiera demandar a las empresas, y más concretamente a la gran mayoría de los empresarios, que se solidaricen con quienes en este momento están pasando más dificultades y no se centren sólo en el aspecto económico, que garanticen puestos de trabajo seguros y decentes, algo que a largo plazo también supondrá un beneficio para las compañías en contra de lo que muchas puedan pensar.

Es necesario actuar. No es algo lejano. Además, la difícil situación que atraviesan muchas familias está ahí y no se puede obviar. Cada día nos es menos lejana la situación de pobreza en la que viven millones de personas en el mundo. Pero, ese “tercer mundo” explotado por el capitalismo y que corre el riesgo de un empobrecimiento absoluto si los gobiernos no hacen nada por evitarlo también debe recibir nuestro apoyo.

La pasividad es una lacra que no debe permitirse nadie. Hay que luchar por una vida mejor para todos y por un trabajo decente, y para ello es fundamental también poner manos a la obra. Y esto incluye la ayuda a los países más pobres a condonar su deuda externa y también debería plantearse una apuesta clara por un comercio justo entre países ricos y pobres.

La lucha en pro del respeto por los derechos humanos, combatir la desigualdad en el trabajo entre hombres y mujeres, y la explotación de menores en algunos países, son retos que debemos de afrontar y combatir entre todos, en este mundo tan desigual e injusto entre unos y otros trabajadores.

Por todo esto, para combatir todas estas injusticias, en UGT nos gustaría hacer partícipe a todos los ciudadanos de la necesidad de que, el próximo 7 de octubre, acudáis a la manifestación que se celebrará en nuestra ciudad. Debemos reivindicar juntos un trabajo justo y decente.

Hoy me puede afectar a mí pero mañana puedes ser tú el afectado. Ayúdanos con tu presencia.