Por una Europa con valores
Es muy cierto que el mal avanza cuando los hombres de bien se cruzan de brazos y miran hacia otro lado, cuando por exceso de prudencia son permisivos con quienes vienen practicando el mal o cuando por miedo no se enfrentan.
Que Europa viene atravesando una enorme crisis moral no es ningún secreto. Se trata de una profunda crisis de valores que pone en peligro la civilización occidental. Esto es algo que el Papa Juan Pablo II ya viera hace años, cuando desde Santiago de Compostela lanzó aquel angustioso llamamiento: “Desde Santiago te lanzo vieja Europa un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces. Revive aquellos valores auténticos que hicieron gloriosa tu Historia”… Esas raíces y esos valores son, por supuesto, claros distintivos del cristianismo.
Como afirma mi buen amigo e investigador científico Alberto J. Lleonart, en su libro “El Camino de Santiago y Europa” (BAC, 2007), “fue el cristianismo – sus valores, sus leyes, costumbres, etc. – la piedra angular de ese gran monumento que es Europa”. Ciertamente, sería absurdo forjarse una idea cabal de Europa prescindiendo del cristianismo, porque en él tiene clavadas sus raíces más profundas. Europa nació como un proyecto iluminado por la luz del Evangelio. Y esto es así, aunque el actual laicismo se empeñe en negarlo.
Pues bien, motivados por “el desorden extremo que hoy caracteriza a la Unión Europea”, un nutrido grupo de intelectuales y moralistas se reunió hace poco en Santiago de Compostela, la ciudad desde la que Juan Pablo II hiciera su célebre llamamiento. Dicha reunión dio lugar a una Convención, organizada por la plataforma “One of Us”, para analizar y tratar de solucionar problemas éticos que hoy nos amenazan. Quienes asistieron a aquella Convención tenían un alto sentido de los valores morales y estaban persuadidos de que, si el mal avanza, es porque los que deberían impedirlo no lo hacen. Son personas que tienen muy presente estas palabras de Edmund Burke (1729-1797), eminente político, orador y escritor irlandés: “Todo lo que es necesario para el triunfo del mal es que los hombres de bien no hagan nada”.
Es muy cierto que el mal avanza cuando los hombres de bien se cruzan de brazos y miran hacia otro lado, cuando por exceso de prudencia son permisivos con quienes vienen practicando el mal o cuando por miedo no se enfrentan a los que propagan la mentira y el engaño. Ante esto es justo decir que quienes se reunieron en Santiago para organizar una Convención, tratando de hacer frente al actual desorden moral, no se han cruzado de brazos ni miran hacia otro lado. Al contrario, se han comprometido a poner los medios necesarios para frenar unos males que pueden llevarnos al caos. Y entre esos medios destaca la creación del “Observatorio One of Us”, el cual estará dirigido por el prestigioso historiador y politólogo francés Guillaume Bernand. La misión de este Observatorio será analizar todas y cada una de las causas del actual “desorden extremo” que está poniendo en peligro la civilización europea. Tras el oportuno análisis se elaborarán tres informes al año, uno cada cuatrimestre, para comprobar la evolución de todos aquellos aspectos que puedan afectar “a la dignidad humana”.
En dicha Convención también se acordó crear Seminarios destinados a estudiar problemas que representan una seria amenaza para la vida y costumbres de la sociedad europea. Así, se analizará el tema de la eutanasia, tanto por los graves conflictos e injusticias que está generando en los países en que se viene practicando (por ejemplo, en Holanda), como por las medidas que en algunos países se están tomando para su implantación, como es el caso de España.
Otro de los problemas que será objeto de estudio es el tema del aborto. En este sentido, hay que recordar que la plataforma “One of Us” nació, precisamente, con motivo de un movimiento social para “defensa de la vida” y para “proteger a la familia”, nacida de la unión de un hombre y una mujer.
En estos Seminarios se debatirán y analizarán otros problemas que constituyen una seria amenaza para la convivencia dentro de la Unión Europea. Entre ellos destacan la ideología de género, y su implantación en los centros de enseñanza; el transhumanismo, que “busca destruir la dignidad humana”; la libertad de expresión, cuando atenta contra los derechos de los demás, etc.
En Santiago de Compostela ha nacido un movimiento social que quizá no detenga a corto plazo la actual crisis de valores, pero que sembrará en los jóvenes la inquietud por conocer la dimensión espiritual y moral de la vida. Con esto será suficiente.