Posiciones irreconciliables

Mientras que para unos es todo un atentado y vulneración a los roles tradicionales de la familia, pensamiento otorgado a las familias de índole profundamente religiosa –aquí se ubicarían las familias objetoras–, otros encuentran en la materia la enseñanza perfecta de los deberes y los valores que deberían tener sus hijos para que un día lleguen a ser unos auténticos ciudadanos. Son las diferentes visiones de una asignatura diseñada y definida para enseñar los valores democráticos y constitucionales. Ideológicos o no, el caso es que el problema no tiene visos de arreglarse a corto plazo. La mejor solución, como siempre, es incierta. Hasta entonces, y como dice el refrán, el tiempo dará la razón de si esta asignatura que ya ha llegado a todos los centros escolares de la provincia de Guadalajara es la apropiada o no para nuestros hijos.