PP + Ciudadanos versus batiburrillo
El PP ha ganado las elecciones con bastante más nitidez de la que las encuestas preveían.
Por mucho que algunos en las tertulias televisivas y radiofónicas y otros en las comparecencias de valoración de los resultados en las sedes de los partidos trataran anoche hasta de vender cubitos de hielo a los esquimales y de arena a los saharauis, el Partido Popular ha ganado claramente las elecciones generales del 26-J, con bastante más nitidez de la que las encuestas preveían, si bien sus diputados, incluso sumados a los de Ciudadanos, no alcancen la mayoría absoluta en el Congreso, aunque sólo sea por siete escaños. Eso sí, en el Senado, el PP ha alcanzado holgadamente la mayoría absoluta, algo que puede no ser tan relevante en la tramitación de leyes ordinarias pues siempre terminan volviendo al Congreso, pero completamente decisivo si alguien pretende modificar la Constitución sin contar con los populares pues la Cámara Alta sí puede bloquear cualquier modificación constitucional.
En lo que a Guadalajara se refiere, la principal noticia que nos han dejado estos comicios es que el PP recupera holgadamente su segundo escaño, a costa del que en diciembre logró Ciudadanos, y que, finalmente, a pesar de lo que vaticinaban los sondeos, el PSOE mantiene su diputado nacional por la provincia y Unidos Podemos no logra el tan manido “sorpasso”. Tampoco lo ha logrado a nivel nacional, pese a sus expectativas y al hecho de pactar con IU, demostrándose, una vez más, que en política no siempre uno más uno suman dos, puesto que en diciembre Podemos obtuvo 71 escaños e IU 2, mientras que ahora, coaligados, han obtenido también 71 y, además, perdiendo 1.100.000 votos. Iglesias y Garzón son, sin duda, los grandes perdedores.
El PP ha ganado de forma nítida las elecciones, hasta el punto de que es la única formación de las cuatro grandes fuerzas nacionales que ha incrementado su representación respecto a diciembre, obteniendo 14 escaños más que entonces, 137 frente a 123. El PSOE, por su parte, ha perdido 5 (tenía 90 y ahora tendrá 85) y Ciudadanos ha bajado 8 (obtuvo 40 diputados por los 32 que ha logrado ahora). Los diputados que pierden tanto Ciudadanos (8) como PSOE (5) más otro que ha perdido “En Marea”, la marca podemita gallega, los ha ganado el PP (14) lo que evidencia que el único cambio relevante habido en estas elecciones es que la mayoría de los ciudadanos que han modificado su voto en éstas respecto a las de diciembre, lo han hecho para apoyar a los populares.
A pesar de estos resultados tan claramente favorables al PP, la incógnita sobre el color del futuro gobierno de España sigue abierta porque, al no contar los populares con mayoría absoluta ni sumando a sus escaños los de Ciudadanos –habrá que ver si Rivera los suma, porque por lo visto en la breve y fallida legislatura pasada le “pone” más Sánchez que Rajoy-, es matemáticamente posible que la izquierda sume a los suyos los de las fuerzas independentistas e intenten gobernar. Si es que a ese potencial batiburrillo de ideas, sí, pero también de intereses, radicalidades, utopías, populismos y obcecaciones se le puede llamar gobierno.