Presentida Navidad

28/11/2021 - 11:23 Antonio Yagüe

Todo está listo para la hoguera en el cerro, junto a la ermita de Santa Lucía y el monumento a la Inmaculada, como preludio a las fogatas del día 24 en otras plazas.

Nicholas Christakis, investigador de la Universidad de Yale (EE.UU), sostiene que después de las pandemias siempre han venido épocas de desenfreno sexual y derroche económico. Lo primero es cada vez más difícil en estos pagos por el envejecimiento y una población menguada. Lo segundo también es poco probable en gentes austeras y con tradición ahorradora por necesidad.

 

También observa el historiador otras  celebraciones en las que juegan un papel preponderante la tradición y las ceremonias, paganas o religiosas. Puede ser el caso de nuestra privilegiada Nochebuena,  por bula papal de hace 500 años, la noche del 7 de diciembre. Los preparativos anuncian que la llamada  Navidad chica molinesa, será este año grande, tras los frustrados festejos del pasado en familia y en nuestro pueblo,  ese espacio que nos vincula y nos regresa a realidades de tiempos pretéritos.

 

Todo está listo para la hoguera en el cerro, junto a la ermita de Santa Lucía y el monumento a la Inmaculada, como preludio a las fogatas del día 24 en otras plazas y algunos pueblos. Los molineses tienen ganas, como desquite de las circunstancias de 2020, de charlas a su alrededor, opípara cena conversada, masiva Misa del Gallo en San Gil, ritos tradicionales y cánticos hasta el amanecer junto a los rescoldos de la lumbre.

 

Begoña Benito ha editado el delicioso libro de poemas Necesaria Navidad, “escritos con la tinta que dan los silencios”,  que evocan el tiempo navideño en tierras molinesas. La portada es sencilla pero significativa. Con los colores de la bandera: “el azul que significa la noche; el blanco,  el frío, y el rojo, la pasión por nuestros pueblos”, explica. 

 

Algunos poemas, candidatos a ser musicados a modo de villancicos, recrean vivencias propias; otros, escenas prestadas o anheladas, como las reivindicaciones para estos pueblos, que no son lugares idílicos donde vivir sólo del paisaje. El título responde a la necesidad del "deshielo" de silencios y distancias, y volver a ver la luz que reorienta vidas y proyectos.

 

Un derroche de anticipada fiesta navideña, necesaria, vital, con músicas, turrones, vinos, zambombas desempolvadas, versos, y belenes adornados con un sabinote o un marojo.