Presión migratoria

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

El espectacular asalto de docenas de “sin papeles” sobre la valla que separa Marruecos de la ciudad de Melilla, aprovechando la confusión y los desperfectos causados en las barrera fronteriza por la avalancha de agua caída las últimas horas del domingo, indica que no ha desaparecido de este punto caliente entre España y el continente africano la presión migratoria que alcanzó su punto álgido en 2005.
La modernización de las instalaciones fronterizas con una verja tridimensional reforzada ha logrado disminuir el goteo de saltos y los incidentes entre las fuerzas de seguridad y los grupos de subsaharianos pendientes de una oportunidad para pasar a este lado de la esperanza. Pero los acontecimientos propiciados por las fuertes riadas del fin de semana han refrescado el recuerdo de los asaltos de 2005, poniendo en evidencia la laxitud de la policía marroquí que permite la instalación de campamentos de ilegales en las inmediaciones que constituyen una permanente presión sobre la frontera.