Presupuestos nada eufóricos ni felices

22/04/2010 - 17:27 José Cavero




Hay bastante coincidencia en los titulares de los diarios de este sábado que se dedican a anunciar la aprobación por el Gobierno  de los presupuestos del año próximo: Son "cifras para aguantar la crisis", como les llama El País, contienen  "más sacrificios para seguir con la misma crisis", según dice El Mundo, o contienen, como dice La Vanguardia, "castigos fiscales" como "un guiño a la izquierda", según explica ABC. Aunque no hay unanimidad en ese "guiño", que a otros parece insuficiente: "El Gobierno pide calderilla a las rentas altas", según Público.

   El propio Gobierno no nos presenta como "números para después de una  crisis", sino para terminar de salir de la recesión y continuar con los efectos de una  recesión costosa y larga, en la que habrá de continuar la pelea, sobre todo, de la creación o recuperación de los puestos de trabajo perdidos en los últimos años. Si ya fuera evidente y apreciable esa recuperación, serían unos números de presupuestos mucho más felices y eufóricos, pero difícilmente se puede conseguir esa euforia cuando los índices de paro seguirán en el entorno del veinte por ciento.

   Precisamente, como ponen de relieve los analistas, esa incipiente recuperación que el Ejecutivo espera consolidar el año próximo, pasará inadvertida para esa variable fundamental de la economía que es el empleo. Las cuentas del Estado para 2011 se han elaborado con una previsión de paro aun peor que la revisada a finales de mayo. Del 18,9% calculado entonces, el Gobierno ha pasado a contemplar un 19,3%. Es prácticamente idéntica al 19,4% que se espera para este año y que va camino de incumplirse, pues en la primera mitad del año el desempleo no ha bajado del 20%. Ese 19,3% de paro para el año próximo equivaldría a 4,4 millones de personas, si se mantuviera el volumen de población activa, sobre el que se calcula ese indicador, aunque el Gobierno no concreta cuál es su previsión a este respecto. Economía mantiene su pronóstico de que el empleo crezca un 0,3% en 2011, pero desde un punto de partida inferior, puesto que ha empeorado su estimación de destrucción de empleo para este año desde el 2% al 2,2%.

   Pese a tal empeoramiento, el Ejecutivo ha mantenido intacta su previsión de crecimiento para el año próximo: un avance del 1,3% en el producto interior bruto (PIB). La mayor parte de los analistas y organismos internacionales desconfía de esa cifra por optimista, aunque la vicepresidenta Elena Salgado, suele defenderla con el argumento de en el último año su departamento ha acertado más que muchos institutos y expertos en las previsiones de crecimiento. El avance y la anunciada subida de impuestos propiciarán una mejora de ingresos del 5,4%, según el anteproyecto de Presupuestos. Tomando como base la evolución de los recursos públicos a lo largo de este año, Salgado confía en el cumplimiento de las previsiones. "La recaudación va algo mejor de lo estimado; terminaremos el año cumpliendo el objetivo", avanzó la ministra tras el Consejo de Ministros. La Administración central prevé reducir su déficit del 6,7% al 4,8% del PIB este año, de modo que el conjunto de las administraciones públicas pasen del 9,3% de este año al 6% del próximo.

   La ley de Presupuestos incluye finalmente la anunciada subida de impuestos con la que se pretende que los contribuyentes con rentas más elevadas contribuyan al ajuste frente a la crisis y a reducir el déficit. Las medidas, acordadas en el último Consejo de Ministros antes de la huelga general del próximo día 29, tocan diversos palos, desde el Impuesto sobre la Renta hasta las sociedades donde las grandes fortunas colocan su patrimonio, pasando por los bonus. Pero el impacto recaudatorio de las medidas fiscales para los más ricos es, en opinión de Público, bastante limitado, y las grandes fortunas siguen sin pagar las consecuencias de la crisis.

   Según la vicepresidenta económica, Elena Salgado, el aumento de la recaudación estaría en el entorno de los 300 millones de euros. Esta cifra supone apenas un 0,28% de los ingresos totales previstos en el Presupuesto para el próximo año, que alcanzan los 106.002 millones. Aún así, fuentes gubernamentales insistieron ayer en que estas medidas fiscales no tienen un propósito recaudatorio, sino de equidad. "Ahora les toca a los que más tienen", dijeron. La primera de las medidas modifica la tarifa estatal del IRPF, donde se introducen dos nuevos tramos: para los que tengan una renta superior a los 120.000 euros, a los que les sube un punto el impuesto; y otro para los que pasen de 175.000 euros, a los que el gravamen les sube dos puntos. El incremento, según los datos de Hacienda, afecta a unos 100.000 contribuyentes que, en conjunto, pagarán entre 170 millones y 200 millones más al fisco, lo que resulta una media lineal de entre 1.700 y 2.000 euros.

   La otra medida afecta a las polémicas sociedades de inversión dónde las grandes fortunas colocan su patrimonio, las llamadas sicav (acrónimo de sociedad de inversión mobiliaria de capital variable). Los grupos de izquierda vienen reclamando un endurecimiento de la fiscalidad de estas sociedades, que se benefician del mismo gravamen reducido del 1% que tienen los fondos de inversión. Hacienda se venía resistiendo a modificar el régimen fiscal de las sicav. Pero ahora ha introducido una medida para cerrar una las vías por la que los titulares de estas sociedades escapan del fisco.

   La tercera medida endurece la tramitación de los bonus. Estas primas, cuando se reciben de forma plurianual, tienen una reducción fiscal del 40%; esto es, sólo paga impuestos el 60% de la cantidad. Ahora se limita esa posibilidad, y la reducción sólo se aplicará a las cantidades inferiores a 300.000 euros. Esta es una medida que se ha rescatado del proyecto de Ley de Economía Sostenible (aunque en esta norma el límite que figuraba era de 600.000 euros), junto con otras medidas que afectan a la fiscalidad de la vivienda, como la limitación de la deducción por compra, para asegurarse de que entren en vigor el 1 de enero de 2011. Además, la ley de Presupuestos incluye varias medidas para suavizar la fiscalidad de las pymes.

   Con las modificaciones previstas para 2011, el Gobierno da por cerrada las reformas fiscales. La vicepresidenta económica, Elena Salgado, descartó nuevas subidas de impuestos, incluso en el caso de que pueda peligrar el objetivo de reducción del déficit público. Por las palabras de la vicepresidenta se desprende que, en caso necesario, el saneamiento de las cuentas publicas vendrá por la parte del gasto. Salgado enfatizó que "la distribución de todas las partidas del Presupuesto se subordinan al compromiso de reducción del déficit público".

   El objetivo de 2011 es dejar los números rojos de las cuentas públicas de todas las administraciones (Gobierno, autonomías y ayuntamientos) en el 6% del PIB, desde el 9,3% con el que se espera cerrar 2010. La meta, y el compromiso ante la UE, es llegar al 3% en 2013. En el caso de la Administración central se trata de pasar de un déficit del 5,9% al 2,3% (incluyendo las devoluciones que tienen que hacer las autonomías por la liquidación del sistema de financiación). La vicepresidenta aseguró que, si los ingresos se comportan en 2011 como este año, donde la recaudación marcha por encima de lo previsto, se cumplirá el objetivo de déficit. Salgado, además, anunció una ligera corrección a la baja en las números rojos de 2009, que se recortan una décima, hasta el 11,1%.

   El debate en el Congreso nos irá permitiendo ver cómo, finalmente, quedan estos cruciales presupuestos de 2011