Prevención, extinción y prudencia

Por tanto, los efectivos, que por primera vez desarrollarán su trabajo durante los 12 meses del año, vigilando y realizando tareas selvícolas, deben estar preparados ante cualquier imprevisto, porque según pasan los días el campo está más seco y aumentan las posibilidades de incendio. Hay que recordar que el 22 de julio del año pasado, en una única jornada, se produjeron aparatosos fuegos, avivados por el viento, en las localidades de Garbajosa, Brihuega, Trijueque, Jodra del Pinar y Rueda de la Sierra. Gracias a una rápida actuación de los efectivos forestales, que demostraron su capacidad de desplegarse en varias zonas a la vez, los incendios fueron sofocados de forma óptima. Sin embargo, se desarrollaron dramáticas situaciones en Jodra y Brihuega, donde los vecinos tuvieron que desalojar sus casas ante la amenaza de las llamas. En la prevención y el combate de los incendios todos los medios y la experiencia que se pueda aportar es poca. No obstante, gracias a los medios de vigilancia y alerta temprana y a los cada vez más sofisticados dispositivos anti incendios las hectáreas quemadas disminuyen año tras año, aunque, como es lógico, con unas condiciones climatológicas más adversas, como las que tuvimos el año pasado y estamos atravesando el presente, se producirán necesariamente más fuegos. Inesperadas chispas de cualquier vehículo a motor circulando por el campo ya han sido el motivo de los dos grandes incendios que han tenido lugar. Ahora se espera que los vecinos de la provincia atiendan a las prohibiciones establecidas por la Junta en esta época de alto riesgo.