Prevenir y evitar
01/10/2010 - 09:45
Editorial
El abandono de las actividades tradicionales en el medio rural junto con el aumento de la presión humana sobre el territorio constituyen las principales causas de la aparición de los incendios forestales Tras esta máxima, que ya está totalmente asumida, se esconde la necesidad de que la gestión forestal junto con la ordenación del territorio se conviertan en herramientas imprescindibles para la prevención de incendios y la disminución del riesgo de los mismos.
En esa línea desde el Gobierno regional se está haciendo una clara apuesta por la prevención que pasa por favorecer el trabajo de los más de 600 profesionales que, hasta el mes de febrero, se encargarán en Guadalajara de preparar el monte para evitar que, en la época de alto riesgo, se produzcan incendios. Gracias a estas labores, el número de incidencias se reduce y buen ejemplo de ello es que el número de incendios registrados en la temporada de alto riesgo en Castilla-La Mancha se ha reducido en un 6% con respecto a la campaña anterior y que la superficie leñosa afectada haya disminuido un 60%. A pesar de ello, entre el 1 de junio y el 30 de septiembre de este año se han registrado un total de 389 incendios que han afectado a una superficie de 1336,85 hectáreas. Por eso es necesario que las administraciones públicas sigan apoyando la investigación para identificar e investigar qué estructuras forestales son menos combustibles y cuáles más resistentes frente al fuego y poder ofrecer directrices concretas, prácticas y viables de gestión selvícola que los gestores y los propietarios forestales puedan adoptar. Pero más allá de las acciones institucionales hay que apostar por el aumento de la sensibilidad social hacia las causas de fondo de los incendios forestales lo que facilitaría la adopción de las medidas necesarias bajo los principios de participación, coordinación y transversalidad que favorecería una nueva cultura del fuego que se base en la prevención y que evite los incendios.