Primero de Mayo

30/04/2021 - 12:52 Pedro Villaverde Embid

La conmemoración llega en un momento difícil por el incremento de las ya anteriormente dramáticas listas del desempleo, pero también con la satisfacción de comprobar la eficacia del diálogo social.

Sin posibilidad de realizar grandes manifestaciones, pero sí determinados actos a diferencia del pasado año, llega un nuevo Primero de Mayo o Día Internacional de los Trabajadores, festivo nacional en prácticamente todo el mundo, fecha para felicitar a todos cuantos trabajan sea cual sea su sector. Desde que se iniciase la pandemia se ha acuñado la expresión de trabajadores esenciales a efectos de definir aquellas áreas que por ninguna causa pueden ver suspendida su actividad, línea no exenta de dificultad en su delimitación, necesaria en un momento excepcional, y en la que no nos vamos a detener, extendiendo el aplauso de las ocho a cuantos prestan un servicio a la sociedad. 

  La conmemoración llega en un momento difícil por el incremento de las ya anteriormente dramáticas listas del desempleo con las mujeres, los jóvenes y los mayores de 55 años como peores damnificados, pero también con la satisfacción de comprobar la eficacia del diálogo social que ha hecho posible que empresarios y sindicatos se hayan puesto de acuerdo para aplicar la figura de los ERTE que protege el empleo y la subsistencia de la empresa. Amplio consenso, igualmente, a la hora de firmar con las administraciones los distintos pactos por la recuperación y para rubricar el proyecto ‘Impulsa Guadalajara’ que crea una estrategia de actuación que fija las condiciones del desarrollo económico de la provincia, incluyendo los conceptos de sostenibilidad, investigación, equilibrio o empleo estable y de calidad. Y esperanza, por ese anuncio de inversiones en la provincia que dejarán miles de puestos de trabajo no solo en la logística.  

  Primero de Mayo especial pero reivindicativo, pues siempre quedará camino en el que avanzar para que las condiciones de los trabajadores sean más justas, los salarios se adapten a la realidad, se cumplan los protocolos para la prevención de riesgos laborales, se eliminen palabras como precariedad o brecha salarial y prevalezcan otras como igualdad de oportunidades e inclusión de los que más dificultades tienen para incorporarse al mercado laboral.