Primero, las personas
01/10/2010 - 09:45
Cartas al director
JESÚS ALIQUE LÓPEZ Diputado nacional del PSOE de Guadalajara
Las personas que han perdido su empleo o que han perdido su prestación van a tener al Gobierno y a los poderes públicos apoyándoles. Éstas palabras fueron pronunciadas por José Luis Rodríguez Zapatero en el plenario del Grupo Parlamentario Socialista que tuvo lugar en el Senado el pasado 9 de febrero.
Tres días después, el Consejo de Ministros aprobó la ampliación de la ayuda de 426 euros a los desempleados que hubieran agotado ya las prestaciones por desempleo. En total, medio millón de personas se beneficiarán de estas ayudas extraordinarias.
Las necesidades de los más débiles constituyen la prioridad de un proyecto político que, como el socialista, tiene valores y tiene principios. Y este impulso es todavía más necesario en una situación de crisis económica como la actual, de ahí que desde la primera comparecencia parlamentaria de José Luis Rodríguez Zapatero en julio de 2008 para explicar las medidas que el Gobierno estaba adoptando para hacer frente a la situación económica, ya quedó delimitada la línea roja del compromiso social con los trabajadores, los desempleados, los pensionistas, los jóvenes y los autónomos.
Desde el primer día de mandato, y tal como prometió durante las campañas electorales, el Gobierno socialista ha mejorado todas las prestaciones sociales y ha creado otras nuevas, junto a nuevos derechos, orientados a ayudar a quienes más dificultades tienen. Cuando estalló la crisis, el presidente Zapatero se comprometió, y ha cumplido, a mantener todas las políticas sociales y ahora, en un momento que la crisis exige mayores esfuerzos a todos, está dispuesto a que los más débiles soporten menos carga de este esfuerzo colectivo.
Este esfuerzo solidario por mantener la cohesión social, por no dejar abandonadas a su suerte a quienes pierden su empleo como consecuencia de la crisis, es inherente con el compromiso, reiterado en sucesivas ocasiones, de que el plan de austeridad del Gobierno aprobado para reducir el déficit no va a afectar a las prestaciones sociales.
Y mientras cientos de miles de ciudadanos se están beneficiando de las medidas impulsadas por los socialistas, el principal partido de la oposición ha seguido con su política de desgaste, sin mostrar un programa en materia de empleo y protección social, sencillamente porque no lo tiene. Una actitud destructiva que sólo es una pantalla para ocultar sus tesis neoconservadoras de recortes sociales.
Las necesidades de los más débiles constituyen la prioridad de un proyecto político que, como el socialista, tiene valores y tiene principios. Y este impulso es todavía más necesario en una situación de crisis económica como la actual, de ahí que desde la primera comparecencia parlamentaria de José Luis Rodríguez Zapatero en julio de 2008 para explicar las medidas que el Gobierno estaba adoptando para hacer frente a la situación económica, ya quedó delimitada la línea roja del compromiso social con los trabajadores, los desempleados, los pensionistas, los jóvenes y los autónomos.
Desde el primer día de mandato, y tal como prometió durante las campañas electorales, el Gobierno socialista ha mejorado todas las prestaciones sociales y ha creado otras nuevas, junto a nuevos derechos, orientados a ayudar a quienes más dificultades tienen. Cuando estalló la crisis, el presidente Zapatero se comprometió, y ha cumplido, a mantener todas las políticas sociales y ahora, en un momento que la crisis exige mayores esfuerzos a todos, está dispuesto a que los más débiles soporten menos carga de este esfuerzo colectivo.
Este esfuerzo solidario por mantener la cohesión social, por no dejar abandonadas a su suerte a quienes pierden su empleo como consecuencia de la crisis, es inherente con el compromiso, reiterado en sucesivas ocasiones, de que el plan de austeridad del Gobierno aprobado para reducir el déficit no va a afectar a las prestaciones sociales.
Y mientras cientos de miles de ciudadanos se están beneficiando de las medidas impulsadas por los socialistas, el principal partido de la oposición ha seguido con su política de desgaste, sin mostrar un programa en materia de empleo y protección social, sencillamente porque no lo tiene. Una actitud destructiva que sólo es una pantalla para ocultar sus tesis neoconservadoras de recortes sociales.