Proceso transparente para el ATC

Ahora tendrá que aportar los pertinentes documentos que avalen que ha sido un procedimiento en el que, entre otras cuestiones, se ha garantizado la participación pública. Greenpeace asegura que se ha actuado a espaldas de los ciudadanos con negociaciones secretas con los aspirantes. Este hecho supone el primer gran palo a las ruedas de un silo atómico cuyo proceso de elección ha sido igualmente muy criticado desde la plataforma anticementerio y los partidos políticos. Diversas organizaciones han denunciado reiteradamente la existencia de reuniones secretas en la zona de Yebra, con alcaldes y empresarios, y estas demandas han caído en saco roto. Sin embargo, la admisión a trámite del recurso de Greenpeace garantiza, al menos, que la Audiencia Nacional tiene la intención de investigar algunas posibles irregularidades en el proceso que la organización ecologista considera “ilegal”, porque vulnera “claramente” los principios jurídicos contenidos en el Convenio Aarhaus de junio de 1998. Los documentos pedidos contienen información relevante sobre el ATC y su centro tecnológico asociado a la que, entienden, ni siquiera los propios alcaldes de los pueblos postulantes han tenido acceso. Un paso que podría derivar en una demora de la ya de por sí larga tramitación del almacén nuclear, que ha estado condicionada al oportunismo político en la mayoría de las ocasiones. Una dilación en el tiempo que tensa día a día las relaciones ciudadanas en una provincia que no quiere el ATC. Este recurso está en consonancia con el rotundo rechazo social, territorial y político que ha suscitado esta instalación entre la sociedad guadalajareña.