Protesta incoherente
01/10/2010 - 09:45
APUNTES
La decisión de las cuatro asociaciones judiciales, que representan a la mitad de los miembros de la carrera, de convocar una protesta el 18 de febrero a fin de reivindicar la modernización efectiva de una administración clave en el correcto funcionamiento del Estado de Derecho puede resultar congruente tanto con las carencias que arrastra la misma, como con el profundo malestar de quienes operan en ella.
Pero lo que no lo es, en ningún caso, es que los organizadores de la movilización la justifiquen como un intento de evitar la huelga a favor de la que ya se han posicionado varias juntas de jueces provinciales, cuando el paro tendría un más que dudoso encaje en el régimen que rige la actividad de la Magistratura y en sus deberes constitucionales. Una incoherencia que se ve agravada por la amenaza que conlleva la propia convocatoria, dado que sus impulsores advierten de que irán a la citada huelga el 26 de junio si no se produce por parte del Ministerio y del Consejo del Poder Judicial una respuesta satisfactoria a sus reclamaciones, en un gesto de presión difícilmente aceptable.