Provincia de romerías y tradiciones

14/05/2013 - 00:00 Redacción

 
 
Las grandes festividades llegan a la provincia cuando el mes de mayo llena de flores los campos, las tardes se alargan y sobran los abrigos, pero hace aún falta la chaqueta. Religiosidad y tradición se pierden en el tiempo y una gran mayoría de pueblos celebra romerías en honor a la Virgen en el mes que los cristianos dedican de manera especial a su vocación. En estos días son miles las personas que participan en una u otra concentración mariana, que se ven complementadas con programas de ocio. El 7 de mayo serían cinco pueblos de la zona de Molina de Aragón - Canales, Herrería, Rillo de Gallo, Ventosa y Terraza- los que se reuniesen en la ermita de la Virgen de la Hoz. Alrededor de seiscientas personas, el domingo, día 5, participarían en la primera salida del Cristo del Calvario en el mes de mayo en la localidad de Mondéjar. Este fin de semana han sido varias las peregrinaciones.
 
  El sábado, Santa Catalina de Alejandría fue honrada en Esplegares, la imagen de Jesús Nazareno en Villel de Mesa y la Virgen de Mirabueno en su iglesia hasta la que peregrinaron más de una veintena de pueblos de la zona. Es Fiesta de Interés Turístico Cultural y constituye una jornada de hermandad con diferentes actos programados entre localidades de un entorno con siglos de antigüedad. La tradición cuenta que fue en 1395 cuando la Virgen se apareció a una pastorcilla y se forjó el pueblo de Mirabueno. El domingo, por último, tendría lugar la más multitudinaria de las romerías, la de la Virgen de la Salud de Barbatona.
 
  A ella llegan personas desde todos los puntos de la provincia. Numerosos pueblos participan en las ofrendas a una imagen a la que se atribuyen milagros curativos. El próximo sábado, día 18, será la Virgen de los Llanos, en Yela. Y así podríamos seguir enumerando. La provincia es rica en tradiciones, atesora un arraigado poso religioso y de generación en generación se transmiten ritos y costumbres que forman parte de la cultura popular y también de las propias personas. La política, la economía y los problemas quedan aparcados para cumplir con la historia.