Proyecciones

03/05/2019 - 17:56 Jesús de Andrés

 A la espera de la segunda parte –las municipales, autonómicas y europeas–, y sabiendo que cualquier traslación automática de los resultados no tiene gran recorrido, no deja de ser curioso ver cómo quedaría el mapa tanto en el ayuntamiento como en la provincia y en la comunidad autónoma.

Pocas sorpresas deparó la jornada electoral del pasado domingo más allá de las previsibles. La mayor parte de las encuestas dieron en el clavo, en particular la del CIS. Criticada por todos –también por mí, no me excluyo–, supo ver las tendencias, que no eran otras que las expresadas por los encuestados. En Guadalajara falló, eso sí, ya que adjudicaba dos escaños al PSOE y uno a Vox, lo cual, en una circunscripción como la nuestra, sí que hubiera supuesto un seísmo. Para conseguir ese segundo diputado, el partido socialista hubiera requerido duplicar los votos del tercer clasificado, Ciudadanos, algo para lo que hubiera necesitado 10.000 votos más, algo imposible hoy por hoy. A la espera de la segunda parte –las municipales, autonómicas y europeas–, y sabiendo que cualquier traslación automática de los resultados no tiene gran recorrido, no deja de ser curioso ver cómo quedaría el mapa tanto en el ayuntamiento como en la provincia y en la comunidad autónoma.

Lógicamente, los resultados no serán los mismos porque en elecciones de distinto nivel los comportamientos tienden a ser diferentes y, sobre todo, porque, transcurrido un mes, y a la vista de lo sucedido en las generales, las estrategias de partidos y electores tenderán a cambiar. El PP, de hecho, ya ha iniciado ese camino: pedir a sus antiguos votantes que regresen ya que la división ha provocado la victoria del PSOE. Más allá de reconocer el enorme error de su estrategia, su única vía es rogar el regreso de sus hijos pródigos. Sun Tzu, varios siglos antes de nuestra era, advirtió que es imposible ganar al enemigo si vamos a combatir a su terreno, que es lo que han hecho el PP y sus líderes en todos estos meses. No es posible cambiar a su general (Casado) y posiblemente tampoco de táctica, por lo que las apelaciones moderadas ahora van a sonar tan falsas como lo fueron en los debates televisados, pero no les queda otra.

Pues bien, de producirse los mismos resultados, en Castilla-La Mancha el PSOE obtendrá 2  diputados y 1 PP, Ciudadanos y Vox. Para evitar ese resultado, el PP tendría que recortarle más de 9.000 votos a Vox, algo que no se descarta, pero que a priori parece complicado. En cuanto a la Diputación y al Ayuntamiento, donde el elevado número de diputados provinciales y concejales diluye los efectos del sistema electoral, el PSOE vencería pero la suma de PP, C’s y Vox sería superior, es decir, de coaligarse tendrían la victoria. Y he ahí la gran paradoja a la que deben enfrentarse: si el resultado es el mismo, podría darse (que está por verse) una coalición a tres partidos, pero si la estrategia de regreso al PP tiene éxito, dejaría con menor representación a C’s y Vox, lo que a la postre daría el gobierno a la izquierda. Se prevé una interesante campaña.