Proyectos en 'stand-by'

08/08/2011 - 00:00 Redacción

Lo que en un principio era una sensación de alivio se ha convertido, ahora, en desazón. Aunque hace un año el Ministerio de Fomento se comprometía a no recortar inversiones de fundamental valor estratégico contempladas en el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT) para la provincia de Guadalajara, poco se ha adelantado con ese compromiso pues los trabajos no han dado inicio en ninguna de las carreteras recogidas. Ni el desdoblamiento de la N-211, entre Alcolea del Pinar y Monreal del Campo, ni el de la N-320, entre Guadalajara y Torrelaguna, ni la Autovía de la Alcarria han dado pasos adelante. La crisis, no perdona y aunque la intención del Gobierno de Zapatero era la de continuar con estos proyectos, la falta de liquidez también ha truncado esas expectativas. Son muchos los años que se llevan esperando estas actuaciones. La primera de ellas era un compromiso electoral de 2004; mientras que la segunda, ya se incluía en el Plan Estratégico de Infraestructuras que se elaboró en 2006. Por su parte, la Autovía de la Alcarria se ha convertido en el cuento de nunca acabar ya que pasó de las manos autonómicas a la estatales con la esperanza de agilizar la ejecución y nada se sabe hasta el momento. Aunque durante los últimos años nuestra provincia ha visto hacerse realidad infraestructuras relevantes como la Conexión de los Polígonos o la carretera de la Vega son muchas las que se van quedando en el tintero. Proyectos que se eternizan en fases de tramitación o que parecen no llegar nunca y a los que ya nos vamos acostumbrando a ver de forma repetida en los Presupuestos Generales y en stand-by. El mejor ejemplo el tercer carril de la A-2 que casi con dos décadas de retraso es cada día una realidad más cercana que no llega nunca. Esperemos que para transitar por la vía rápida hacia Molina o para circular por la Autovía de la Alcarria no tengamos que esperar otros 20 años. Aunque siendo realistas, no pintan bien las cosas.