Pueden tropezar tres veces en las mismas urnas
28/01/2011 - 00:00
El acuerdo sobre las pensiones, al que previsiblemente seguirá ese gran pacto sobre el conjunto de problemas y dificultades económicas, no se oscurece por la publicación de los malos resultados de la EPA para el último trimestre del año pasado. Estos resultados entran todavía en la larga transición hacia el comienzo real de la mejora de la situación del empleo en España. Por eso es todavía más urgente que al acuerdo sobre las pensiones siga el gran pacto, al que se puede o no llamar de Estado, depende de la grandilocuencia que queramos manejar. Es evidente que el empleo es el fundamental problema de nuestra economía y de nuestro futuro. Los interesados agoreros ya decían hace dos años que estábamos en los cinco millones de parados entonces. Esperemos que se sigan enfureciendo por el hecho de que dos años después no se ha llegado y porque las cifras han bailado iguales en el último año. La huelga general se ha soslayado y el real acercamiento entre Gobierno, sindicatos y patronal es el mejor augurio de cara a las pensiones y al estado general de la economía.
No lo quieren, no lo saben o no lo pueden disimular. Nuestros aguerridos adalides políticos y mediáticos de la derecha, y sobre todo de la creciente ultraderecha, se han puesto en un grito de lamento desde el momento en que se vio que el acuerdo de las pensiones era inminente. Ahora rezan para que algo se tuerza, algo se salga de madre y todo se vaya al garete. Tiemblan ante la posibilidad de que, con Zapatero, o con Rubalcaba, o con quien sea, la percepción de los españoles, la confianza de los mismos y el sentido de las encuestas comiencen pronto a virar. Sería imperdonable perder luego las elecciones, después de haberlas tenido tan chupadas, ¿eh? Lo que lamento de todo esto es no poder ocuparme de asuntos de enorme trascendencia, como la revolución de Egipto, pero el exagerado cortoplacismo de nuestra derecha todo lo altera y tergiversa. No sé dónde he leído que los del PP son los hombres que tropiezan dos veces en el mismo 11-M. Pero pueden ser también los que tropiecen tres veces en las mismas urnas.