Qué hartura de expertos

28/06/2011 - 00:00 Andrés Aberasturi

 
Resulta incómodo -y no conviene abusar- mezclar historias personales con la opinión de una columna. Pero el caso es que un experto en despidos me llamó un día a su despacho y mientras me daba el finiquito pronunció esta frase ampulosa y tópica: "He perdido la confianza en ti". Yo sólo pude responder con humildad: "No puedo decir lo mismo porque yo nunca la he tenido en ti". Viene esto a cuento de otra afirmación, más trascendente desde luego, hecha por el señor Rubalcaba: "La credibilidad de Bildu disminuye cada día que esta disolución (se refiere el ministro a la de la banda terrorista ETA) no se produce". Claro, cuando uno lee esto, lo que te pide el cuerpo es contestar: "pues mire ministro, con todos los respetos, resulta imposible que disminuya mi credibilidad en Bildu, porque esa credibilidad nunca existió". Lo penoso es que haya expertos políticos en el PSOE y en el Gobierno que de verdad se crean que Bildu va a exigir a ETA que se disuelva o que este es el camino para que en Euskadi se de una democracia real, o sea sin escoltas, sin pintadas, sin zulos, sin pistolas por resumir: sin miedo.

   Pero la clase política es así de pintoresca y reglamentista. Para la tarde del lunes se había previsto, por segundo año, un acto de homenaje a las víctimas del terrorismo en la Congreso. Todo bien salvo que las principales asociaciones de víctimas (el ochenta por ciento) declinaron estar presentes porque el señor presidente del Congreso, el gran José Bono de la Noria se puso estrecho o nervioso o las dos cosas y como es un experto en reglamentaciones, aduciendo absurdas trabas burocráticas, negó la palabra a las victimas en su homenaje, lo cual resulta no sólo penoso sino verdaderamente ridículo.

    Y encima en la posible foto que nunca existió podrían posar las victimas con don Pascual Sala -que sí fue- en buena parte tan responsable como el Gobierno de que Bildu haya provocado una nueva oleada de exiliados voluntarios del País Vasco. Se les llena la boca afirmando que el Congreso es la casa de todos los españoles, que ellos son los representantes de todos y cuando alguien del pueblo quiere tomar la palabra no por capricho, claro, sino porque el propio Congreso le rinde un homenaje, llega Bono con el reglamento y se la niega. Qué país.

   También podrían apoyar a las victimas los del 15-M, por ejemplo, que los muertos son de todos y a todos nos deberían de doler. Pero están ocupados en otras cosas y resulta enternecedor como una cierta prensa se empeña en preguntar a expertos en diversos campos sobre algunas de las exigencias de este movimiento como si lo que diga un catedrático de economía -puro sistema- santificara ya la petición de los indignados. Y la respuesta de esos expertos es obvia: ¿cómo alguien con sentido común y aun si cátedra se va a oponer a una mayoría de las cosas que se piden desde el 15-M? Ni vale reducir el movimiento a la anécdota de un par de exaltados que planteaban quemar el Congreso como primera medida, ni vale tener que filtrar todo lo que tiene el movimiento de sentido común -que es mucho- por el visto bueno de los llamados "expertos". A estas alturas uno está de "expertos" hasta dónde te dije. Y a todas estas ¿cual es el estado de la nación? Calle por Dios, no provoque que ya tenemos bastante con lo que tenemos.
 
    
 
 

 

  

  

 

 

  

  

  

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