¿ Qué pasa en la izquierda izquierda?

17/06/2011 - 00:00 Fernando Jáuregui

 
Constatamos que nadie representa al desbocado movimiento 15M cuando a Cayo Lara, coordinador general de Izquierda Unida, le tiran agua al tiempo que le gritan "oportunista, márchate" cuando acudía a solidarizarse con un movimiento a favor de unos ocupas en Madrid. Los 'indignados' están, además, desbocados: nada tienen que ver con el PSOE, casi nada con Izquierda Unida, poquísimo con los 'verdes' y, desde luego, absolutamente nada con el PP o con UPyD. ¿Entonces? ¿Estamos en situación de desmentir que estos airados se sitúen en la zona izquierda del tablero? Y, en definitiva, ¿qué tablero es este en el que se juega la partida política de nuestras vidas? Uno de los grandes problemas -¿o quizá ventajas?- que a mi modo de ver tiene la sociedad española es que carece de una ubicación ideológica clara. Los perfiles de la izquierda son poco nítidos y la derecha no podrá gobernar de manera muy diferente a como lo ha hecho la llamada socialdemocracia imperante.

   Ocurre en toda Europa: los partidos clásicos se diluyen para dar paso a nuevas formaciones populistas, extremistas, oportunistas o, simplemente, absurdas, como ese partido 'de los piratas' que logró representación en el archifragmentado Parlamento Europeo. Y, así, constatamos que, en España, Izquierda Unida, que engloba al Partido Comunista y estaba destinada a ser la conciencia crítica, desde el progresismo, del PSOE, ni siquiera se ha aprovechado del mal momento de los socialistas; su crecimiento en las elecciones del pasado 22 de mayo ha sido mínimo, casi inapreciable, y, encima, las bases se han rebelado contra la dirección federal cuando esta ha llamado a pactar con el PSOE para impedir que 'la derecha', es decir, el PP, gobierne en ayuntamientos y autonomías. El gran test será, en las próximas horas, lo que ocurra en Extremadura, donde solamente algún tipo de pacto PSOE-IU posibilitará que Guillermo Fernández Vara, el único 'barón' socialista con mando autonómico (junto con el vasco Patxi López), siga gobernando. Pero ya digo: las bases, llamadas a consulta en asambleas, parecen decididas, al menos en este cuarto de hora, a desoír las llamadas a la 'unidad de la izquierda' que hace Cayo Lara, con lo que la única presidencia autonómica socialista -junto con la de López en Euskadi_ podría difuminarse a favor del PP.

   Quién sabe qué ocurriría en ese supuesto. Fernández Vara era, es, una voz razonable y templada en el conjunto de un socialismo desnortado. Y, en IU, Cayo Lara representaba, representa, un intento de recuperación de algunas viejas esencias, que ellos reclaman traicionadas por el posibilismo de Zapatero; si en Extremadura el pacto fallase, tras haberlo hecho en otros lugares, puede que Lara se sienta tentado de tirar la toalla, y entonces la 'izquierda de la izquierda' sufriría un golpe del que tardaría en recuperarse. Me preocupa una situación de absoluta hegemonía territorial e institucional del Partido Popular sin contrapesos: me consta que en el propio PP causa cierta inquietud esta falta de balance en unos momentos en los que la calle, como hemos visto estos días, reclama una cuota de poder no ganada en las urnas, y amenaza, además, con hacerlo con cierta virulencia. Atención, pues, al desarrollo de los acontecimientos: de lo que ocurra en Izquierda Unida pueden derivarse muchos más acontecimientos políticos de lo que a primera vista podría pensarse.