Rabat tensa la cuerda
03/12/2010 - 00:00
Dice el saber popular que a perro flaco, todas son pulgas. El Gobierno tenía pocos problemas... y ahora llega el sultán de Marruecos amenazando con replantear las relaciones con España. En esta ocasión, la pataleta diplomática es a cuenta de una resolución del Congreso en la que tímida, cautamente, se repudiaba la violencia ejercida en El Aaiún. Ni siquiera se mencionaba a Marruecos, a la manera de otra iniciativa de parecido tenor votada hace unos días en el Parlamento Europeo. El cabreo de las autoridades de Rabat atiende a una larga tradición. Siempre que tienen problemas internos, la montan fuera. Es un juego de distracción que, como digo, tiene una larga trayectoria.
Lo desagradable es que siempre tiran contra España. Quizá porque aquí siempre intentamos templar gaitas. La excepción fue, en tiempos de Aznar, el incidente de Perejil. Con Zapatero, pasase lo que pasase la cosa ha sido hacer como que no pasaba nada. Ni hace un mes cuando el desmantelamiento del campamento saharaui en El Aaiún, ni meses atrás, cuando los incidentes en la frontera de Melilla. Rabat promueve ahora una "marcha" sobre Ceuta. Es una provocación infantil.
¿Qué hacer? Pues, con serenidad, pero de manera inequívoca, recordar a nuestros vecinos que puestos a tensar la cuerda quien tiene las de perder es Marruecos. En todos los terrenos. Claro que para que a uno le tomen en serio cuando se pone serio hay que tener fama de seriedad. Y, la verdad, no sé si es el caso de nuestro Gobierno.