Reconocimiento a Luis Monje

Desde este miércoles un parque en el barrio de la Chopera-Río Henares lleva el nombre de Luis Monje Ciruelo, periodista y escritor. Es el reconocimiento a la larga y prolífica vida literaria de un hombre que siendo chaval escribió una poesía y la dejó, por debajo de la puerta, en el domicilio del entonces director de Nueva Alcarria. Era el año 1941. Con sorpresa la veía publicada en la portada pocos días después lo que le animó a seguir escribiendo al pensar que no sería tan mala. De aquello han pasado ya casi ochenta años y desde entonces se ha convertido en una firma asidua de esta cabecera cuya historia conoce por propia experiencia. Miles de artículos de opinión, reportajes, entrevistas o informaciones como la inauguración de la central nuclear de Zorita o la visita de los Reyes a la Casa de Piedra en Alcolea, llevan su sello, el de un periodista que llegó a ser subdirector de este periódico y que trabajó también con ABC, La Vanguardia, el Diario de Barcelona, la Cadena Ser o la Agencia EFE. Licenciado en Derecho y Periodismo y diplomado en Pedagogía y Educación Alimentaria, le caracteriza un estilo claro y directo en sus escritos, irónico o sarcástico en ocasiones, que le ha hecho merecedor de numerosos premios periodísticos. Lector empedernido, escribir sobre Guadalajara es su pasión, no solo en prensa, sino también en una docena de libros que lleva publicados y algunos que esperan de financiación para ver la luz. A sus 95 años de edad, convertido en un sabio por su formación, trayectoria y longevidad, es feliz por recibir el homenaje que le hace inmortal en la memoria colectiva de la ciudad. Especial ilusión le hace el lugar elegido para recordarle, un barrio en el que tienen calle dedicada “muchos amigos”, en sus propias palabras, como Salvador Embid, José de Juan, Jesús García Perdices, Segundo Pastor o Camilo José Cela, al que entrevistó en varias ocasiones, como el día en que le fue notificado el Premio Nobel en su chalé de la urbanización de El Clavín. Luis es historia viva de Nueva Alcarria, del periodismo, de la provincia. Es un privilegio contar cada semana, todavía, con su columna ‘La Brújula’ y un relato, que divide en dos o tres partes, que evidencian su lucidez, ingenio e imaginación. Contagia ganas de vivir, de escribir, de amar la literatura y el periodismo. Felicidades maestro y como decía alguien que los dos conocimos ‘no pongamos límites a la providencia’.