Recuerdos de la Feria de Tendilla
onitos recuerdos nos trae la celebración de la misma pues durante muchos años, los de la adolescencia y mejor juventud, solíamos acudir a ella.
La Feria de las Mercaderías o Feria de San Matías, declarada en 2013 como Fiesta de Interés Turístico Regional, con una antigüedad que data, al menos, de 1484, cuando reinaba Juan II de Castilla, supone un regreso a la época medieval y una evocación del rico pasado histórico de la villa de Tendilla. Aquella feria, desde que los Reyes Católicos eximieran del pago de impuestos a quien en ella comerciara, y que tuvo su máximo desarrollo a lo largo del siglo XVI, marca hoy todavía los días más importantes del año para la localidad que registra numerosas visitas, hasta ver llenas sus calles, con gran implicación de las gentes del pueblo. El único problema es encontrar aparcamiento. Bonitos recuerdos nos trae la celebración de la misma pues durante muchos años, los de la adolescencia y mejor juventud, solíamos acudir a ella con los amigos, guardar la preceptiva fila para tomar un plato de migas, subir por la ladera para encontrar una buena vista desde la que disfrutar de los torneos o exhibiciones de caballos, pasear por esos mágicos soportales, comprar torreznos o algún producto de repostería, tomar cañas en ‘Los Jardines’ o bares cercanos y también distribuir periódicos del suplemento que durante mucho tiempo hizo Nueva Alcarria, del que todavía conserva cada año unas páginas especiales, éstas en la que hemos querido escribir unas líneas.
Con nostalgia nos acordamos del maletero y los asientos traseros de nuestro añorado Citröen BX, llenos de fajos de periódico y la ilusión con la que, ya en la tarde del viernes, queríamos que todos los asistentes se quedasen con un ejemplar.
Fueron tiempos en los que también hacíamos números especiales para repartir en las ferias de Cifuentes o Pastrana y allí los llevábamos con aquel bonito coche. El número de bares, restaurantes, pequeños negocios y la implicación de los ayuntamientos y cajas de ahorros hacían rentables estos monográficos. Desde entonces la población y la vida han ido a menos. Por eso nos alegra que se mantengan las fiestas tradicionales, la gente se implique en su organización y desarrollo, la asistencia siga siendo masiva y las administraciones públicas apoyen con la presencia de representantes políticos y distintas líneas de ayuda su continuidad. El ambiente que se vive en estos días gracias a la recreación del mundo medieval que se realiza, los variados puestos de productos tradicionales y la animada programación, hace aconsejable una escapada a este bello lugar de la provincia donde se pasará sin duda un buen rato en la mejor compañía.
Siempre nos pareció una equivocación el desvío de la carretera. Por la espectacular arteria principal de Tendilla pasábamos siempre en nuestros viajes a Pastrana, Peñalver u otros tantos lugares y la parada para tomar un café o comprar alguna delicia gastronómica se hacia obligada. La obra, lejos de quitar molestias o ruidos a los vecinos, o aportarles tranquilidad, creemos que les privó de la alegría de los visitantes. Aprovechemos la cita que comienza esta misma tarde para disfrutar de una villa con mucho encanto, exquisitez culinaria y tradición.