Refundar el ladronicio
01/10/2010 - 09:45
El comentario
Fernando Almansa, Periodista
Con motivo de la cumbre financiera internacional del próximo sábado en Washington, en la que parece que finalmente Zapatero podrá sentarse, aunque le toque hablar con acento francés, no faltan las voces que muestran su escepticismo por lo que de dicha cumbre pueda salir. Se habla de refundar el capitalismo, como si el capitalismo o cualquier otro modelo económico social, fuera un ejercicio de laboratorio al gusto de los dirigentes de turno.
El actual capitalismo se ha ido forjando y pudriendo a la vez a lo largo de siglos, al igual que la social-democracia o el estado de bienestar. Son procesos lentos que requieren de padres (mejor madres) inspiradores, sean Adam Smith, Karls Marx, o Thomas Hobbes pero además requieren de dinámicas sociales, movimientos populares, compromisos políticos, y momentos históricos y evolutivos que los acompañes; sean procesos postcolonizadores, desarrollos industriales, o caídas de imperios o muros. Quizá todo esto esté a punto de eclosionar y la cumbre de Washington sea una pieza más de este inmenso puzzle, que una vez más, de la mano oculta de la economía de mercado, ha llegado a su límite: a su propio suicidio, o al menos a una autoamputación sustancial.
Voces con sentido común, dicen que quien nos hundió en el hoyo, no es quien está cualificado para sacarnos de él, otros dicen que puesto que son estos dirigentes quienes con su ambición e indolencia nos metieron en el atolladero, son ellos a quien les corresponde sacarnos.
Yo me inquieto cuando veo las fotos de Zapatero reuniéndose con la Banca y Cajas de ahorros; con sonrisa distendida y panzas desparramadas sobre blancos sofás de la Moncloa. No parece que su postura y compostura muestre preocupación ni sufrimiento, ni que acompañe el momento grave que atenaza a millones de españoles. Ni parece reflejar la preocupación y humillación de las miles de personas que estos días hacen cola día y noche para poder acceder a una de las 2.000 viviendas baratas lanzadas por el pocero en Fuenlabrada, y que se sortearán el mismo sábado 15, mientras los genios del mundo dicen poner las bases para un nuevo capitalismo. ¿Qué le habrán sugerido estos risueños banqueros al presidente, como prioridades para Washington? La cumbre de Washington, sólo debe abordar dos temas si quiere ser eficaz: la ética del sistema financiero, y las bases para una gobernabilidad mundial, más allá de las finanzas, que de una vez por todas rompa los juegos de poder, los privilegios de viejas potencias, traiga la racionalidad y haga que los viejos principios de la revolución francesa se hagan realidad a nivel planetario. De no ser así, ahora que ya se ha reconocido a bombo y platillo, que el capitalismo vigente ha derivado en un ladronicio sin rubor, lo único que se hará es refundar y cimentar mejor si cabe, un nuevo ladronicio.
Voces con sentido común, dicen que quien nos hundió en el hoyo, no es quien está cualificado para sacarnos de él, otros dicen que puesto que son estos dirigentes quienes con su ambición e indolencia nos metieron en el atolladero, son ellos a quien les corresponde sacarnos.
Yo me inquieto cuando veo las fotos de Zapatero reuniéndose con la Banca y Cajas de ahorros; con sonrisa distendida y panzas desparramadas sobre blancos sofás de la Moncloa. No parece que su postura y compostura muestre preocupación ni sufrimiento, ni que acompañe el momento grave que atenaza a millones de españoles. Ni parece reflejar la preocupación y humillación de las miles de personas que estos días hacen cola día y noche para poder acceder a una de las 2.000 viviendas baratas lanzadas por el pocero en Fuenlabrada, y que se sortearán el mismo sábado 15, mientras los genios del mundo dicen poner las bases para un nuevo capitalismo. ¿Qué le habrán sugerido estos risueños banqueros al presidente, como prioridades para Washington? La cumbre de Washington, sólo debe abordar dos temas si quiere ser eficaz: la ética del sistema financiero, y las bases para una gobernabilidad mundial, más allá de las finanzas, que de una vez por todas rompa los juegos de poder, los privilegios de viejas potencias, traiga la racionalidad y haga que los viejos principios de la revolución francesa se hagan realidad a nivel planetario. De no ser así, ahora que ya se ha reconocido a bombo y platillo, que el capitalismo vigente ha derivado en un ladronicio sin rubor, lo único que se hará es refundar y cimentar mejor si cabe, un nuevo ladronicio.