Repensar España
13/11/2011 - 13:48
Termina la primera semana de la campaña y no habría pasado nada si la empezara ahora. Ni los debates han cambiado muchos votos ni los mítines han alterado el mapa electoral. ¿No podríamos reducir la campaña a diez días, potenciar la presencia en las televisiones públicas, dar libertad real a los medios para cubrirlas y ahorrar mucho dinero? ¿Sabe alguien quiénes son sus candidatos al Senado? ¿Los han visto? Seguramente hay que repensar cuanto antes el papel del Senado, pero también otras muchas cosas si lo que se busca es salir de la crisis y encarar la modernidad. Repensar la forma de hacer política y de favorecer la participación de los ciudadanos para que no se quede todo en votar cada cuatro años y que la acción política tenga refrendos en el tiempo. Proponer las medidas necesarias para cambiar el modelo productivo de este país que, si no cambia, no permite crecer y generar empleo, que es el problema número uno de España. Y, para ello, llegar a un pacto por la educación, que por fin cambie radicalmente el actual modelo educativo, fracasado, equivocado e inútil, sobre la base de potenciar el esfuerzo, acabar con el terrible fracaso escolar, especialmente en la educación obligatoria, y con la falta de preparación de los jóvenes para el trabajo, aumentar el número de estudiantes de formación profesional, disminuir el de universitarios, cambiar la Universidad de arriba abajo, poner la I+D+i en primer plano y mejorar la formación de los docentes en todos los niveles. En la educación y en el modelo productivo nos jugamos todo. Pero no basta con eso. Hay que decir la verdad a los ciudadanos y poner en marcha un programa de austeridad. El Estado y las Administraciones públicas -otro adelgazamiento ineludible- han despilfarrado nuestros impuestos y nosotros hemos vivido por encima de lo que podíamos. La solución está en la lucha abierta contra la corrupción, el despilfarro y el fraude, el fiscal y todos los demás: economía sumergida, desempleo, etc. Hay que repensar el Estado del Bienestar porque no se puede mantener todo si no ingresamos más. Y no parece que eso pueda hacerse a corto plazo. Hay que defender a los que peor lo están pasando, pero habrá que recortar sí o sí. Lo otro es demagogia. Hay que proteger la educación y la sanidad, porque son la columna vertebral del Estado de Bienestar, pero también la Justicia, porque sin ella no hay derecho ni libertad y porque sin seguridad jurídica no hay inversiones y sin éstas no hay creación de empleo. Hay que restaurar definitivamente la justicia y la libertad en el País Vasco. Porque lo de ETA no es ni una rendición ni una petición de perdón a las víctimas ni una entrega de las armas. Y hace falta liderazgo real de los mejores, que tanto se echa en falta aquí y en Europa. Y apostar por más Europa, porque no hay otra salida a la crisis. Quedan muchos pasos.