Representación

06/11/2018 - 13:17 Jesús Fernández

¿Qué es el populismo? Vocablo que procede del latín “populus.

Vamos a hacer un poco de filosofía política porque sin ella, esta democracia se nos cae, se convierte en un juego y, sobre todo, en un juego de intereses, en un electoralismo. Ya hemos dicho otras veces que existe un robo de soberanismo perpetrado por los partidos políticos. Un robo que no es sólo de representación sino también de dinero y de recursos. ¿Qué significa hoy la representación? Los ciudadanos ponemos, con ella, mucho poder en manos de los políticos y de los gobernantes. Ellos no existirían sin nosotros.

No hay representación política sin representación cultural y moral. ¿En qué nos representan los políticos? En ideas, en ideales y en valores. La configuración es total. Tienen que llevar a cabo o trasladar a leyes nuestros valores morales y sociales, nuestros derechos como comunidad, como pueblo. No basta con la línea de acceso electoral. Luego está la conducta personal de los elegidos. Egoísmo, ambición y corrupción por todas partes. Soeces y bajezas. La democracia de representación ha dejado de ser un referente para nuestra sociedad. Y todo depende de una representación defectuosa. Las actitudes y las posiciones populistas de nuestro tiempo, existen antes de que se hagan oficiales. El bipartidismo ya no aguanta la estructura política de la Europa actual y la concentración de voto y opciones en la democracia se ha ensanchado y multiplicado. 

En el fondo toda  democracia es un populismo embrionario. Los partidos  andan preocupados por que ahora  surgen populismos por todas partes, me refiero, a la derecha y a la izquierda. Es el miedo de las “elites” que dice Paul Schreyer. Sin embargo, el siglo XX comenzó en Europa con los populismos radicales, nacionalistas, dictatoriales, intolerantes, fascistas, marxistas. ¿No será que no sabemos convertir los populismos en democracias moderadas y  convencionales a nuestro  estilo?  Después  vendrán las alianzas entre ellos sin que les moleste el nombre de frente popular. 

¿Qué es el populismo? Vocablo que procede del latín “populus”, o sea, el otro extremo de los poderosos, al otro lado de las “elites” o los que usan el poder para proteger al pueblo. Pero no le protegen sino que le usan para sus intereses y ellos mismos se convierten en esas “elites” que tanto odiaban y criticaban. Ese es el mal de raíz, la génesis de los populismos actuales. Comienzan sembrando el odio y el rencor en las clases sociales (perdón, en el pueblo) soliviantarle contra  la situación existente y no pretenden corregirla sino sustituirla. Eso lo adornan con una demagogia barata en la que el pueblo cree cada vez menos. Porque a veces, la palabra “pueblo” se usa en sentido despectivo. Cada vez hay menos pueblo para tener y llamar pueblo. El pueblo en sentido sociológico ya no existe en nuestra democracia  desarrollada y en nuestra sociedad de progreso y bienestar. Identificamos democracia con clase social media. Por tanto, los populismos tienen poco recorrido como contribución al levantamiento del pueblo.