Robo e intimidación
01/10/2010 - 09:45
Por:
Ortiga
El caso no es nuevo y, por desgracia, tampoco llegará a convertirse en algo viejo. Periódicamente se dan a conocer sucesos similares protagonizados por delincuentes que, aprovechando las particularidades de la provincia, actúan en pueblos en los que poco hay que robar. El robo en sí mismo ya suele ser algo censurable. Sin embargo, en esta ocasión los delincuentes también se esforzaban por no tener testigos.
Para ello lanzaban piedras contra las ventanas y no dudaban en bloquear las puertas de las viviendas. Esto añade un agravante imperdonable a sus acciones, ya que contribuyen a incrementar la sensación de seguridad y miedo entre los vecinos de una provincia tranquila, pese a estos esporádicos asaltos.